Cuarenta estudios de arquitectos de ocho países se postulan en Pontevedra para rehabilitar Santa Clara

Alfredo López Penide
López Penide PONTEVEDRA / LA VOZ

PONTEVEDRA

Rafa Estevez

Un jurado elegirá ahora los cinco anteproyectos finalistas

26 ene 2023 . Actualizado a las 18:10 h.

Los que aventuraron que el concurso para optar a rehabilitar Santa Clara iba a tener repercusión internacional no erraron. «Estudos de arquitectura de talla mundial, tanto consagrados e con premios internacionais como emerxentes e na cresta da ola», aspiran a realizar un proyecto que convertirá al convento en el séptimo edificio del Museo de Pontevedra. La presidenta de la Diputación, Carmela Silva, y el vicepresidente César Mosquera, anunciaron que se recibieron veintitrés proyectos de 41 estudios, que concurren individualmente o conformando una unión temporal de empresas (UTE), procedentes de dieciocho localidades —A Coruña (6), Santiago (2), Pontevedra (2), Vigo (1), Pontedeume (1), Madrid (13), Barcelona (3), Valladolid (1), Pamplona (3) y Sevilla (1), mientras que también se presentan de Braga (Portugal), Róterdam (Países Bajos), Japón, Berlín (Alemania), Reino Unido (2), Oslo (Noruega), Copenhague (Dinamarca) e Italia— de ocho países.

Entre los nombres propios de este listado, los estudios de Kaan Architecten, Kengo Kuma, la UTE conformada por Big-Naos-Proskene o la liderada por el arquitecto David Chipperfield, así como los de Nieto Sobejano, Alfonso Penela o César Portela. En este punto, César Mosquera destacó que el número de profesionales involucrados en este proceso supera el centenar, así como precisó que muchos de ellos no solo tienen experiencia en la reforma de museos de distinta índole, sino que también han realizado intervenciones en construcciones de tipología religiosa.

Alta calidad de las propuestas

Mosquera subrayó la calidad de las propuestas presentadas en consonancia con el atractivo que supone el reto de rehabilitar el convento pontevedrés. «O concurso de proxectos funcionou moi ben, extraordinariamente ben», insistiendo en los exigentes requisitos establecidos para poder tomar parte en el mismo.

En este sentido, precisó que previsiblemente la mayor parte de los estudios alcanzarán la puntuación mínima exigida en las bases. «Seguramente quedará un resaibo amargo polos que se deixen fóra da selección», toda vez que en los próximos quince días se realizará una valoración de los currículos y de los portfolios presentados para seleccionar los cinco mejor valorados.

Acto seguido, se les remitirá toda la documentación pertinente —caso de los estudios histórico, arqueológico, geotécnico y cartográfico, así como el de patologías, entre otros— para que elaboren sus anteproyectos en un plazo de tres meses.

En cuanto a los tiempos, tanto Mosquera como Carmela Silva quisieron ser muy cautelosos, de tal modo que «nun mundo ideal» en el que se respeten los plazos y no surgen complicaciones, se podría hablar de la posibilidad de licitar a obra a principios del 2024 para adjudicar en primavera. El plazo de las obras se estima en unos dos años.