El puerto de Campelo, otra vez inoperativo al quedar casi en seco durante la marea baja

Marcos Gago Otero
marcos gago POIO / LA VOZ

PONTEVEDRA

Aspecto del pantalán en marea baja en Campelo
Aspecto del pantalán en marea baja en Campelo Ramón Leiro

Los barcos marisqueros de la ría de Pontevedra tienen que atracar fuera del pantalán para evitar daños al motor

25 ene 2023 . Actualizado a las 04:46 h.

El puerto de Campelo, en Poio, en sus condiciones actuales, no sirve para atracar una embarcación en marea baja. Los marineros de la flota marisquera de la ría de Pontevedra —entre 20 y 30 barcos tienen aquí su base o su central de descargas— se ven obligados a amarrar sus embarcaciones al muelle de piedra para garantizar que cuando llegue la hora de salir a trabajar o de regresar de la faena puedan operar. Es decir, si utilizan su plaza en el pantalán se arriesgan a quedarse casi en seco y a tener que esperar horas a que regrese la marea alta para lograr el calado suficiente para hacerse a la mar y se enfrentan al mismo problema si regresan en marea baja.

Portos de Galicia dragó esta pequeña dársena en noviembre del 2017, atendiendo a una reiterada petición de las cofradías que asumen la gestión de la lonja de Campelo —Pontevedra, Raxó y Lourizán— y que venden sus mercancías en esta rula. Con la rada inoperativa, la jornada laboral en el mar, que ya de por sí es dura, se complica todavía más.

Las cofradías esperaron años a que una pala retirase el suficiente sedimento para que las embarcaciones pudiesen estar a flote las 24 horas del día. Ahora, el problema vuelve otra vez como si no se hubiese hecho nada y el pantalán queda inservible en bajamar.

Los dragados en el litoral son competencia de Portos de Galicia, que fue el organismo que ya asumió el último realizado en Campelo. También es Portos quien tiene que llevar adelante una obra de mayor envergadura, el dragado de la desembocadura del Lérez, y por la que los pósitos llevan aguardando más de diez años.

Sin embargo, la anulación por Madrid del único punto autorizado de vertido de áridos procedentes de dragados del sur de Galicia hace dos años dejó a todas las Rías Baixas con los proyectos de esta clase de actuaciones ambientales en el aire. Hasta que no se despeje la incógnita de dónde autorizar un punto de dragado, que la Xunta propondrá entre la media docena que ha examinado y al que Madrid tendrá que dar su visto bueno, no se podrá hacer la intervención en el Lérez. Está por ver si una actuación de un volumen mucho más pequeño, como sería Campelo, también debe esperar a que se resuelva este conflicto o si se puede hacer antes.

«Tiñan que dragar máis, porque hai cinco anos fixeron pouco e a area corre para abaixo desde a praia»

Embarcaciones de marisqueo a flote amarradas al muelle fuera de sus plazas de pantalán porque no hay calado en Campelo
Embarcaciones de marisqueo a flote amarradas al muelle fuera de sus plazas de pantalán porque no hay calado en Campelo Ramón Leiro

José es uno de los trabajadores de la flota artesanal que tiene plaza en el pantalán de Campelo. Sufre, como sus compañeros, los inconvenientes de que su pantalán se quede sin calado. Ni puede salir ni puede entrar en bajamar, por lo que se ve obligado a amarrar su barco a muelle cerca de la rampa de las descargas. Ayer al mediodía había cuatro barcos amarrados. El espacio es menor que el del pantalán, por lo que hay veces que si no hay sitio no le queda más remedio esperar a que la marea suba y poder entrar. Este martes, por ejemplo, tuvo que esperar una hora para poder solucionar esta dificultad.

«Tiñan que dragar máis, porque hai cinco anos fixeron pouco, e a area corre para abaixo desde a praia», resalta. Este socio de la cofradía de San Telmo de Pontevedra explica que «coas mareas vivas o mar pode baixar ata que so quedan uns vinte centímetros de profundidade da auga no pantalán». Así es imposible utilizarlo. Con esa altura de agua, «non podes entrar co foraborda porque larga toda a porquería da lama ao mar, e dana o motor, e tampouco podes facelo a remo».