El viaje póstumo de un enorme jabalí en Cotobade apretado en el maletero de un Clío

María Hermida
María Hermida PONTEVEDRA / LA VOZ

PONTEVEDRA

Cedida

Un conductor lo atropelló y, como la Guardia Civil no podía acudir de inmediato, se llevó a casa el animal para justificar los daños y certificar que lo había arrollado

20 ene 2023 . Actualizado a las 22:37 h.

Quienes atropellaron a algún animal que se cruza en la carretera seguramente saben lo complejo que es a veces justificar esos daños para que el seguro, sus dueños o quién sea asuma la responsabilidad y pague los daños del vehículo. A ese panorama se enfrentó un vecino de Cotobade en los últimos días del mes de diciembre, cuando atropelló mortalmente un jabalí en un vial de su municipio, en la zona de Pazos. Su ocurrencia para justificar los daños fue tal que, pasados ya más de quince días del suceso, los voluntarios de Protección Civil de Cotobade que acudieron al accidente lo recuerdan bien y lo introdujeron ya como anécdota en su diario de emergencias. 

Todo ocurrió pasadas las once de la noche, en pleno invierno y con la noche oscura como la boca del lobo. Un jabalí saltó a la carretera justo cuando pasaba un Renault Clío, al que embistió lateralmente con fuerza. El animal murió y el conductor, por suerte,  salió ileso pese a la aparatosidad del siniestro. Su coche sí sufrió desperfectos considerables, aunque estaba en condiciones de seguir la marcha. 

El conductor se puso en contacto con la Guardia Civil de Tráfico para que acudiesen allí a testificar lo ocurrido. Pero la patrulla estaba lejos, en otro accidente, y le dijeron que tardaría bastante en llegar. Por ese motivo, la Guardia Civil le permitió poder irse a casa y que ellos acudiesen luego al domicilio a ver los daños del coche. Hasta ahí, todo normal. Pero el conductor debió pensar que, sin el jabalí presente, iba a tener la papeleta más difícil. Y ahí vino la curiosidad del suceso: cargó el animal, que pesaba lo suyo, en el coche y se lo llevó en el maletero. Contó con la ayuda de los voluntarios de Protección Civil para tal maniobra. El ejemplar iba un poco apretujado en la maleta del Clío, pero finalmente logró asentarlo para proseguir la marcha.