Rachas de 100 kilómetros por hora e inundaciones para recibir al 2023 en la comarca de Pontevedra y O Salnés

n. d. amil / R. Estévez PONTEVEDRA / VILAGARCÍA / LA VOZ

PONTEVEDRA

MONICA IRAGO

En Vilagarcía, Rey Daviña y Rosalía de Castro despidieron el año con anegamientos, mientras en Ponte Caldelas el Verdugo se mantiene en prealerta por desbordamiento

02 ene 2023 . Actualizado a las 10:00 h.

La comarca de Pontevedra ha dado la bienvenida al 2023 pasada por agua. El temporal de lluvia y viento con el que amenazaba las predicciones meteorológicas para el día 31 de diciembre y 1 de enero se cumplió, dejando a su paso un reguero de incidentes. Inundaciones, ríos a punto de desbordar y accidentes de tráfico se sucedieron en una jornada de fin de Año que empeoró a medida que avanzaban las horas. El fuerte viento con el que amaneció el litoral de las rías de Arousa y Pontevedra llevó a registrar rachas de hasta 96,6 kilómetros por hora en Cabo Udra (Bueu).

Y si el viento sopló con fuerza durante buena parte de la jornada del sábado, lo peor llegaría después con unas lluvias que en tan solo una hora recogieron 18 litros por metro cuadrado en Pontevedra, la mitad de ellos entre las 16.30 y las 16.40 horas del sábado. El fuerte aguacero que se prolongó durante todo el fin de semana mantenía todavía a última hora de este domingo en prealerta por riesgo de desbordamiento el río Verdugo, a su paso por Ponte Caldelas, siguiendo las indicaciones de MeteoGalicia y la Aemet. La crecida hídrica también afectó al Lérez, obligando al Concello de Pontevedra a cerrar al tráfico la calle Fernando Olmedo cuando coincidía con la pleamar sobre las 11.30 horas. Fue una de las últimas intervenciones de una jornada en la que se concentraron hasta tres accidentes de tráfico: una salida de vía en Marcón, un coche entre dos vehículos de la AP-9 y una salida de vía en la N-550 a su paso por Figueirido (Vilaboa) que obligó a trasladar a Montecelo a un motorista herido.

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El escenario fue muy similar en Arousa, donde los servicios de emergencias se pasaron el sábado trabajando a destajo. Durante la mañana Bombeiros do Salnés, Emerxencias y Protección Civil atendieron a numerosas llamadas que alertaban de árboles caídos, cables sueltos, chapas descolgadas, tejas volantes y hasta una pesada lona que cubría una fachada del un edificio y que se desprendió en el acceso sur a Vilagarcía. Afortunadamente, un tendido interrumpió su caída, ya que a esa hora había un tráfico intenso en la zona.

A la hora a la que ocurrió ese incidente, al viento ya se le había sumado otro problema: una intensísima lluvia. La tromba de agua fue de tal magnitud que en la capital arousana volvieron a inundarse calles como Rosalía de Castro o Rey Daviña, mientras que en A Illa los vecinos de Ribeira do Chazo y O Regueiro también se vieron sobrepasados por el agua. Afortunadamente, la intensidad de la lluvia bajo y la normalidad regresó a esas calles. A pesar de la intensidad de las precipitaciones, no fue el día más lluvioso de este otoño pasado por agua. El día de Nochebuena se alcanzaron los 64,6 litros, la mayoría de ellos durante las últimas horas de la tarde.