Respuesta fulminante en Pontevedra ante la falta de sangre: «Escoitei que se suspendían operacións e vin doar rápido»

María Hermida
María Hermida PONTEVEDRA / LA VOZ

PONTEVEDRA

Eva Chamosa y José Núñez, dos de los voluntarios que acudieron a donar sangre en Pontevedra. .E
E Ramón Leiro

Las donaciones se han multiplicado por cuatro en la caseta fija junto al Hospital Provincial y por dos en la unidad móvil, que este martes visita el barrio de A Parda

20 dic 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

La semana pasada, desde el Sergas daban cuenta de una drástica realidad: en dos días hubo que aplazar casi una treintena de operaciones por la falta de sangre. Previamente, durante varias semanas, la Axencia de Doazón de Sangue había hecho varios llamamientos para que los ciudadanos acudiesen a donar ante las bajas reservas de sangre en los grupos más comunes entre la población, A y 0 positivo. Pero el aviso no había resultado efectivo. Ahora, al menos en Pontevedra, las cosas han cambiado. Y para bien. Desde el jueves, la donación de sangre se multiplicó por cuatro en el punto fijo ubicado junto al Hospital Provincial y por dos en las unidades móviles —los conocidos autobuses blancos—. Así lo contaba, con la esperanza de que la situación se mantenga, Ana Muiños, la médica responsable de la caseta de donación de la ciudad pontevedresa.

Desde allí, contaba que el jueves ya se notó la subida de las donaciones. Se le extrajo sangre a un total de 21 personas. El viernes fueron 29 y ayer, a media mañana, iban diez, así que posiblemente al cierre de la jornada la cifra resultase similar a la de las jornadas anteriores. Se incrementaron las donaciones convencionales y también las que son por aféresis, un proceso en el que se selecciona un componente sanguíneo y se devuelven los demás al donante, lo que implica que hay que permanecer alrededor de una hora enganchado a la máquina. Estas donaciones por aféresis son mucho más efectivas, ya que se calcula que una extracción de plaquetas por este método puede equivaler a cinco donaciones por el sistema convencional. Eva Chamosa era una de las pontevedresas que ayer por la mañana estaba en ese proceso de la aféresis. Acompañada de un libro, permaneció alrededor de una hora donando sangre: «Me llamaron para que viniese, me contaron que por este método era más lento pero se aprovechaba más y como ahora mismo estoy en paro y tengo tiempo decidí venir», explicaba. 

«Escoiteino na radio e vin»

A su lado, otro voluntario, José Núñez, desenvolvía el bocadillo de recuperación que le dieron tras donar sangre. Él, de 36 años, lleva siendo donante de sangre desde que cumplió la mayoría de edad. Dice que le impactó que las reservas cayesen de semejante manera: «Escoitei na radio que estaban aprazando operacións e en canto puiden achegueime a doar. Todos podemos ser esa persoa á que non poden operar por falte de sangue. Con un simple xesto non se ten que chegar xa a esa situación. É moi sinxelo». Luego, insistía en que únicamente empleó diez minutos desde que entró por la puerta hasta que pasó a la sala de recuperación, para tomar un refrigerio antes de marcharse.

José y Eva compartían la donación con la también pontevedresa Nerea. Ella, de 19 años, es un ejemplo de cómo muchos jóvenes están deseando alcanzar la mayoría de edad para poder compartir su sangre. «Aos tres días de cumprir os 18 anos xa estaba doando sangue. E tamén me fixen doante de medula. Agora mesmo estou estudando en Holanda e xa tiña previsto vir dar sangue en canto chegase a Pontevedra polas vacacións de Nadal. Pero ao saber que faltaban reservas de sangue xa vin canto antes, como non», manifestaba.

La facultativa Ana Muíños indicaba que están recibiendo tanto a donantes habituales que escucharon la alerta y decidieron acudir de inmediato como a personas que se deciden a dar sangre por primera vez. Señalaba también el personal de enfermería que algunos jóvenes les dicen que acuden a donar porque otros amigos que ya lo hicieron les animan a través de las redes sociales. «Es bonito que las redes sirvan para esto», decía una enfermera de la unidad.

¿Dónde acudir para el pinchazo? Al local fijo junto al Provincial o a los buses de ADOS 

Aunque estos primeros días tras dar la alerta el Sergas de que faltaba sangre (hasta el punto de tener que aplazarse operaciones por esta causa) la respuesta está siendo muy positiva, lo habitual es que conforme pasen unas semanas vuelvan a bajar las extracciones. Así que desde la Axencia de Doazón de Órganos e Sangue de Galicia (ADOS) siguen apelando a la solidaridad ciudadana y facilitando que se done.

¿Cómo hacerlo en Pontevedra? La ciudad cuenta con un punto fijo de donación de sangre. Está ubicado junto al Hospital Provincial. Se trata de una caseta de madera fácilmente reconocible que está ubicada al lado de las urgencias pediátricas. Tiene horario de 8.00 a 15 horas los lunes y los viernes, mientras que los martes, miércoles y jueves está operativa desde las 15.00 a las 22 horas. Los que acudan pueden solicitar que les levanten la barrera del aparcamiento anexo. El local cuenta con el número de teléfono 986 808 389. Para una donación convencional no hace falta pedir cita, pero si se quiere dar sangre por el método de aféresis —que implica estar allí alrededor de una hora, pero que hace más efectivo el pinchazo— sí hay que concertar una vez. Basta con una llamada para hacerlo.

Más allá de la unidad fija, están los autobuses de ADOS, que cada día se desplazan a una localidad o a un barrio. Así, este martes acudirá hasta A Parda, donde permanecerá mañana y tarde abierto en la avenida Virxinia Pereira (delante del conservatorio Manuel Quiroga). Mañana, en horario matinal estará en Barro y por la tarde en Ponte Caldelas. Y el jueves se desplazará, mañana y tarde, hasta Cuntis.