Nunca una derrota tal dio para tanta fiesta en Pontevedra

PONTEVEDRA

El Cisne y el gigante F.C. Barcelona hicieron gozar de lo lindo a la afición local con su 25-43

27 nov 2022 . Actualizado a las 22:41 h.

Gol arriba, gol abajo, la abultada derrota del Cisne a manos del F.C. Barcelona (25-43) era algo que cualquiera que siga la actualidad del mundo del balonmano daba por descontado. Empezando por los jugadores de la mermada plantilla pontevedresa y su afición. Lo que a buen seguro habrá llamado la atención de más de uno entre quienes hayan visualizado el partido de la tarde de este domingo por cualquier pantalla es el ambiente de fiesta cerrada que, durante todo el encuentro, reinó en las gradas del Municipal de la ciudad del Lérez.

Derrotados, pero nunca vencidos, los jugadores del Cisne hicieron volar a su hinchada con cada uno de sus goles, celebrados como si de una final se tratase dentro y fuera del perímetro de juego, lo mismo que las varias paradas que los porteros locales firmaron ante algunos de los morlacos que se gasta el desde hace décadas amo y señor del balonmano español y uno de los gigantes en el panorama mundial de clubes.

La verbena ejemplar del Cisne arrancó de hecho seis horas antes del inicio del choque, al mediodía, con una fiesta organizada por el club con el patrocinio de Estrella Galicia a base de comida y bebida a precios populares y amenizada con buena música. Una celebración que alcanzó su apogeo en los primeros compases de juego, ya dentro del pabellón, cuando a punto de alcanzar el minuto 6 Franceschetti subía el 3-2, desatando la locura en la grada al dar al Cisne su única ventaja en la hora de duelo. Fue ese uno de los contados instantes que se escaparon a la ausencia de lógica de quien se sabe de antemano otra víctima propiciatoria de una lista sin fin, y que, sin embargo, disfruta de cada detalle de la derrota segura a manos de un Goliat sin frente descubierta y pelea ganada a mitad de la batalla (11-21 al descanso).

Los cuatro o cinco gritos de no pasarán espetados por Franzini y Ramírez frente a las locomotoras blaugranas. El gol de Furtado, con un tiro casi a ras de suelo con bote para colársela entre las piernas a Nielsen. Los penaltis anotados por Carlos Álvarez y Javier Vázquez. Y sobre todo, los tres goles consecutivos que Mateo Arias le coló al guardameta azulgrana en cuestión de poco más de un minuto, que junto a un paradón de Ramírez, llevaron el éxtasis a una afición del Cisne que supo hacer algo de lo que solo son capaces quienes verdaderamente aman y disfrutan de un deporte: gozar también de los golpes maestros recibidos en buena lid. Como ese machacón martilleo de Frade desde el pivote, con una efectividad que rozó el pleno divino. O un gol con rosca aérea de Aleix Gómez. O esa belleza de Artur Parera cerrando el marcador con un disparo de espaldas a medio camino de su viaje en caída al parqué.

La fiesta terminó como deben terminar todas las celebraciones. Choque de manos de los adultos, y sonrisas de oreja a oreja de los chavales que pudieron fotografiarse y llevarse un autógrafo de gigantes de los que una plaza que sabe de balonmano aprovecha para disfrutar cuando se tiene ocasión.

FICHA DEL PARTIDO:

CISNE (25): Franzini, Carlos Álvarez (3, 1 de penalti), Pombo (3), Chan (2), Franceschetti (2), Ocaña (1) y Mateo Arias (3) —septeto titular—; Ramírez, Furtado (2), Javi Vázquez (1, de p.), Arboleya (2), Chapela, André de Moura (2), Bruno Vázquez (2), García y Dani López (2).

F.C. BARCELONA (43): Nielsen, Aitor Ariño (1), Parera (8), Carlsbogard (2), Fabregas, Richardson (2) y Aleix Gómez (3) —septeto titular—; Makuc (5), Cindric, Pablo Urdangarín (1), Dika Mem (4), Wanne (5), Frade (10) y Cikusa (2). 

MARCADOR CADA CINCO MINUTOS: 3-3, 3-6, 4-10, 6-14, 8-17, 11-21 (al descanso); 14-25, 15-31, 18-34, 21-37, 22-38 y 25-43 (resultado final).

ÁRBITROS Y EXCLUSIONES: Macías de Paz y Ruiz Vergara. Castigaron con dos minutos a Franceschetti y Furtado y Makuc.