María, una conductora de autobús que ahora se sube a grúas de más de 130 toneladas

Nieves D. Amil
Nieves D. Amil PONTEVEDRA / LA VOZ

PONTEVEDRA

Grúas Rubio

Al quedarse en ERTE durante la pandemia se recicló en un curso de formación de Grúas Rubio. Era la única mujer aprendiendo a mover un gigante en un mundo de hombres

22 nov 2022 . Actualizado a las 11:13 h.

María es feliz al volante. Y en una grúa de más de 130 toneladas. Lleva 24 años trabajando en Alsa y cubre largas distancias cada día. Su ruta es de Vigo a Irún y no la cambiaría por casi nada. A punto de cumplir sus bodas de plata en una profesión que le apasiona, la pandemia le hizo replantarse el futuro. Como muchos profesionales, ella también estuvo en ERTE y vio que su plan A de vida hacía (o podía hacer) aguas. «De repente te ves parada y empiezas a darle vueltas a la cabeza para buscar una alternativa por si vuelve a pasar lo mismo», explica esta conductora, que vio como su mundo y el de su marido, también conductor de autobús, se paraba por el covid.

No lo dudaron. Su esposo, Gonzalo Fernández, se puso en contacto con Grúas Rubio, en Caldas de Reis, para hacer un curso de gruista. Esta empresa pone en marcha un par de ellos al año. Tendría que atravesar Galicia, pero el resultado valdría la pena. «A él le encanta ese mundo y me dijo, ‘venga María, anímate que te va a gustar'». Y ella, que no necesita más que oír rugir un motor para iniciar una aventura, se anotó en el curso para sacarse el permiso B de grúas, ese que le permite pilotar un gigante de más de 130 toneladas, las de máxima categoría. «La demanda es cada vez mayor y hay un cambio generacional que hace que escaseen estos profesionales que ahora tienen demanda por la demanda de eólicos», explica.

Más de 150 kilómetros de Lugo a Caldas era lo de menos. Era la única mujer en el curso de 300 horas prácticas y 150 teóricas que imparte Grúas Rubio y al que María, y antes Gonzalo, acudía durante los fines de semana o en vacaciones. «No me importaba el esfuerzo ni que estuviese rodeada de hombres, también fui una de las primeras en conducir un autobús en larga distancia. Ahora es más común ver conductoras, pero antes, en los noventa, no», explica esta lucense madre de una niña de 15 años para la que siempre estuvo presente.

Ella oyó muchas veces eso de que cómo podía conciliar dedicándose al transporte, pero advierte de que lo hace mejor que muchas familias que trabajan en una oficina. Tiene turno de noche o de día y su marido está a la inversa para que en su casa siempre esté uno de los dos. Son un referente para su hija adolescente.

Paso al frente

María es el ejemplo de una mujer que intenta siempre dar un paso hacia delante. Ella rompe su techo de cristal a golpe de grúa. Se sacó el carné en el curso de formación de Grúas Rubio, a los que está profundamente agradecida por haberle dado la posibilidad de abrir un nuevo campo de trabajo en un sector con una media de edad de 52 años. «La sensación que tienes cuando empiezas el curso es como si llevases toda la vida moviendo grúas, nos lo pusieron muy fácil, se implicaron mucho en lo que enseñaban», explica.

Ella ya manejaba camiones y autobuses, subirse a una grúa era el último reto por cumplir después de crecer siempre cerca de los coches. «Mi padre era mecánico y a mí siempre me gustó este mundo», explica María, que cuando con 22 años se sacó el carné profesional reconocía que nunca hubiera pensado que de su pasión por los coches, se convertiría en su motor de vida. «Por ahora no ejerzo, pero ya lo tengo aprobado para poder hacerlo cuando quiera», subraya. Es su plan B por si algún día falla el actual. El autobús es su vida, pero aprender a manejar un gigante de más de 130 toneladas fue la cara amable que le dejó la pandemia a esta domadora de grúas.

CAPOTILLO

Estas son las ofertas de empleo en Pontevedra a las puertas de la Navidad, pero sin ser navideñas

Operarios de fábrica, taxistas, técnicos, camareros o auxiliares de domicilio son algunas de las opciones que ofrecen los boletines de empleo

Nieves D. Amil

Buscar empleo no es una tarea fácil. Quien se encuentra en esa situación siente a veces un abismo el empezar a organizarse para volver a reinsertarse en el mercado laboral. A las puertas de la Navidad, el goteo de ofertas empieza a llenar las páginas de los boletines de empleo y demuestra que hay posibilidades de trabajar más allá de las tiendas y de la hostelería. Solo en Pontevedra hay medio centenar de ofertas que cubren un amplio abanico de sectores. La técnico de empleo del Concello de Sanxenxo, Elena Sutil, elabora un boletín semanal que en su última edición, el de la semana pasada, tiene cerca de 25 ofertas que poco tienen que ver con el período navideño. «Aquí no tenemos el bum del verano, Sanxenxo es un sitio al que se sigue viniendo los fines de semana y los locales ya pidieron personal de refuerzo para esos días y son los que estarán también en Navidad», explica. Aún así, hay ofertas para camareros, cocineros y auxiliares de cocina que ofrecen posibilidades de continuidad todo el año y jornada completa. Eso sí, todos tiene un denominador común, la experiencia. El Hotel Rotilio, por ejemplo, es uno de esos que necesita incorporar un responsable del departamento de cocina a jornada completa y con contrato indefinido, pero también hacen falta repartidores para Telepizza.

Pero esa demanda de personal para hostelería también llega a Pontevedra para los mismos puestos. Lejos de ser mayoría, como ocurre en verano, los restaurantes no son los principales generadores de empleo. La portavoz de Hoempo, Elena Vitoria, asegura que tras la dificultad de encontrar trabajadores en verano, los locales están intentando dar forma a los equipos para unas fechas algo distintas a lo habitual al anularse los dos fines de semana por coincidir en ellos la Navidad y el Fin de Año. «El único fin de semana fuerte es el del 16 de diciembre, donde se concentran casi todas las cenas», subraya Vitoria.

Es por eso que el resto de las ofertas de empleo tocan casi todos los sectores. En Pontevedra se necesita personal para la construcción. Se buscan albañiles, arquitectos técnicos, encargados de obra civil, albañiles, coordinadores de seguridad y salud y técnicos de electricidad, pero también se buscan mecánicos de mantenimiento y reparación, técnicos de gestión de almacén, peritos de automoción y hasta un taxista. En la web de emprego.xunta.es se busca una persona con discapacidad para cubrir el turno de noche. Pero también aparecen recogidas ofertas de empleo privado en Ponteemprego, donde hay ofertas abiertas para trabajar en frigoríficos en Marín, o limpiar pescado en empresas de alimentación de la ciudad.

Elena Sutil reconoce que las ofertas se van cubriendo sin mucha dificultad, incluso las de auxiliar de domicilio, donde ha notado un importante repunte de familias que necesitan encontrar alguien que les ayude con un dependiente. «Son puestos difíciles porque muchas de ellas son internas que tienen que vivir con la familia, además de tener su casa en alquiler para los días que no trabajan. La mayoría llegan desde Sudamérica, algunas con estudios universitarios que no tienen homologación en Europa», explica la técnico de empleo del Concello de Sanxenxo, que atiende a los interesados en publicar una oferta en el auditorio Pardo Bazán de la localidad sanxenxina. En esa lista de ofertas de empleo aparece también la Fundación Meniños, que necesita un técnico en intervención familiar, peluqueros, jardineros y hasta auxiliares de fábrica para Moluscos Rías Baixas. 

Las ofertas superan el medio centenar, pero para el que busca ahora un trabajo, Elena Sutil recomienda pedir una cita con el departamento de orientación del Servicio Galego de Colocación. «Recibirán un asesoramiento de lo que pueden hacer, donde ver y las opciones tanto de trabajo como de formación o cooperación, que también hay proyectos con fondos europeos», subraya Sutil, que cada semana amplía un boletín, que en verano llega a contar las ofertas por cientos.