Raquel Herrero López: «En los últimos años se ha detectado un aumento de casos de sumisión química»
PONTEVEDRA
La alférez cadete de la Guardia Civil participó en el Congreso de i+d en Defensa y Seguridad (DESEi+d 22) que se desarrolla en la base de la Brilat de Pontevedra
17 nov 2022 . Actualizado a las 14:32 h.Con el título de Actuación y formación de la Guardia Civil en delitos por sumisión química con víctimas menores de edad, la alférez cadete Raquel Herrero López abordó en la segunda jornada del Congreso de i+d en Defensa y Seguridad (DESEi+d 22) que se desarrolla en la base de la Brilat de Pontevedra una problemática que, «en los últimos años, se ha detectado un aumento de casos relacionados con estos delitos. En verano, los medios de comunicación lanzaron muchas noticias respecto de los pinchazos que hubo en conciertos y festivales relacionados con esta cuestión».
—¿Me imagino que uno de los mayores problemas que tiene este tipo de casuísticas es que son drogas que desaparecen muy rápido del organismo?
—Sí, justo. El problema es que la ventana horaria en la que pueden ser detectadas estas sustancias en el organismo es muy reducida. Es verdad que algunas se puede detectar que se han consumido con el análisis capilar, incluso, meses después, pero la mayoría tienen un efecto bastante inmediato y una rápida eliminación del organismo. Eso obliga a las fuerzas y cuerpos de seguridad a trabajar contrarreloj en muchas actuaciones para recoger las muestras y determinar que se han empleado para producir la inconsciencia de la víctima.
—¿Y qué protocolo debería seguir la Guardia Civil ante estos casos?
—Mi investigación está dirigida a la formación en todos los niveles del cuerpo, sobre todo, para la rápida identificación y que cualquier agente de la Guardia Civil tenga las herramientas para activar este protocolo de la forma más rápida posible poniendo en conocimiento que hay este tipo de delito a la unidad especializada. Es muy importante identificar los posibles síntomas que puede presentar la víctima haciendo hincapié en que se sienta protegida, que no se sienta culpable. Muchas veces se produce un fenómeno paralelo de culpabilización de la propia víctima o de vergüenza que le haga no acudir a dependencias policiales a denunciar.