La fiesta de Samaín inunda de terror las calles de Pontevedra y comarca

Brujas, zombies, vampiros y espíritus burlones, sin olvidar la influencia mexicana de La Catrina recorrieron este lunes las calles de Pontevedra y los concellos de su comarca para conmemorar el Samaín. Con este nombre se conoce a la festividad de origen celta con la que, al parecer, se celebraba el final del verano, una jornada de transición en la que los espíritus accedían al mundo de los vivos al desaparecer la fina línea que separaba ambas dimensiones. Curiosamente, y a diferencia de la actualidad, los celtas vestían mascaras y otros atuendos no para asustar a sus congéneres, sino para atemorizar a esos espíritus que vagaban por nuestra realidad.

Y es en el marco de esta tradición que concellos como Poio, Ponte Caldelas, Bueu o Marín, así como la Boa Vila, organizaron este 31 de octubre toda clase de actividades que tenían el común denominador de generar miedo. De este modo, y empezando por Pontevedra, además de la programación especial de O Ganapán, se desarrollaron en el entorno de los soportales de A Ferrería los obradoiros de la Noite de os Calacús, al tiempo que los Xardíns que Falan amanecieron decorados para esta ocasión. Así, en la plaza de España, el protagonismo lo copó una boda cadavérica en la que los contrayentes, dos esqueletos, estaban acompañador por calabazas, calaveras y arañas, mientras que, por su parte, uno de los árboles del jardín de la plaza de Ourense presidía, llenó de máscaras y telas de araña, «unha combinación floral na que non faltan os calacús e un esquelete que regresa do outro mundo para dar un par de sustos».

En Bueu, las citas se desarrollaron a lo largo de todo el día, si bien las que más expectación generaron tuvieron lugar por la tarde con una ruta del miedo y toda clase de actividades. En el caso del vecino concello de Marín, el epicentro del Samaín se ubicó en la Finca de Briz, donde se habilitaron tres rutas del miedo, mientras que el auditorio al aire libre tenía programado el espectáculo Aninovo Celta y animación musical.

Por su parte, en la otra orilla de la ría de Pontevedra, en Poio, la programación se centralizó en la plaza de A Granxa, en Campelo, con la actuación de Brais das Hortas y sus Contos para caghar patatillas, obradoiros y distintos concursos, entre ellos uno de chulas de calabaza.

En el caso de Ponte Caldelas, estaba previsto que, por un lado, la Asociación de Comerciantes e Empresarios organizase un magosto con reparto gratuito de castañas asadas por las calles de la villa y, por otro, que se celebrase el tradicional recorrido del Truco ou trato por los comercios que rematase con la distribución de chocolate con rosca.

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