Los 700 voluntarios que dan apoyo a enfermos de cáncer en la provincia de pontevedra urgen refuerzos

María Hermida
María Hermida PONTEVEDRA / LA VOZ

PONTEVEDRA

CAPOTILLO

La AECC busca aumentar su batallón de colaboradores con personas que hagan visitas hospitalarias, a domicilio o que participen en sus campañas informativas

17 oct 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

Hace unos años, Loli, la madre de una joven de Caldas que murió a causa de un tumor, con corazón el roto por el fallecimiento de su hija, explicaba lo que había supuesto la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC) en su vida. Contaba que cuando desplazaron a la joven a Barcelona para ponerle tratamiento la familia se desesperó buscando un piso para alojarse. A su hija se le ocurrió marcar el número de la AECC. La asociación no solo les facilitó una vivienda, sino que no les soltó más la mano. Podría explicarse con largos párrafos, pero esa es, en síntesis, la labor de la AECC: arropar a los enfermos oncológicos y a sus familias, amén de pelear por la investigación oncológica. Para poder ofrecer todo tipo de ayuda, desde un psicólogo a una peluca o acompañamiento a los tratamientos, cuentan con una red de profesionales. Pero también con un ejército de voluntarios.

Concretamente, en la provincia de Pontevedra tienen 725 personas que hacen labores altruistamente, de las que 157 están en la ciudad pontevedresa y buena parte se ubican Vigo. También tienen voluntarios en municipios más pequeños. Hay 36 en Marín; 34 en O Grove; once en Vilagarcía y otros tantos en Sanxenxo; diez en Lalín; ocho en A Estrada y seis en Cambados, por poner solo algunos ejemplos.

Rebeca Castro, coordinadora de los voluntarios en la AECC en Pontevedra, señala que hay dos tipos de voluntariado: el que exige estar en contacto con pacientes oncológicos y el que no. En el primer caso, los voluntarios hacen acompañamientos en domicilios u hospitales. Ojo, no son cuidadores: se limitan a dar soporte emocional y de ocio. En este ámbito, también se puede colaborar haciendo llegar a casa de un enfermo enseres que presta la AECC: «Ás veces precisamos axuda para transportar unha cama ou unha cadeira de rodas», indica Rebeca Castro. También hay voluntarios que se ofrecen para impartir talleres. Quienes quieren colaborar sin implicación con los pacientes pueden participar en campañas informativas o recaudando fondos. Ser voluntario es distinto que ser socio, cuya aportación es económica.