La vacunación del covid vuelve a las residencias: «Póñoa de boa gana, se cadra aínda me da forza para ir co leghón á leira»

María Hermida
María Hermida PONTEVEDRA / LA VOZ

PONTEVEDRA

Josefa Martínez, usuaria de la residencia de Campolongo, cerrando los ojos en el momento de ser vacunada con la cuarta dosis del covid y la dosis de la gripe.
Josefa Martínez, usuaria de la residencia de Campolongo, cerrando los ojos en el momento de ser vacunada con la cuarta dosis del covid y la dosis de la gripe. LEGRET

En el centro residencial público de Campolongo, en Pontevedra se inyectó la cuarta dosis esta mañana a todos los mayores. Josefa, todo retranca, era una de ellos

27 sep 2022 . Actualizado a las 12:32 h.

Vuelve la vacunación del covid a las residencias de mayores gallegos, que en estos centros se hace de forma paralela con la de la gripe. Toca poner la cuarta dosis frente al coronavirus y eso, a media mañana, se traducía en un amplio dispositivo en la residencia de mayores pública de Pontevedra, la de Campolongo. Los usuarios, sentados en un largo pasillo, hacían cola para ir vacunándose. Iban a inmunizarse todos los ancianos que viven en estas instalaciones, que son un total de 93, como se indicaba desde el centro.

Juan José López, el director del centro, señalaba que la aceptación de la vacuna entre los residentes fue total. Y añadió: «Ellos se fían de tu criterio, y yo les animé a protegerse. Porque aquí tuvimos un brote de covid en el mes de junio grande. En el mismo día dieron positivo casi todos los usuarios, el 95 %, fue una locura. Y, sin embargo, no tuvimos ni ingresos hospitalarios ni fallecimientos y eso se lo debemos a la vacuna y ellos lo saben perfectamente. Por eso todo el mundo accede a ponérsela y lo hace con ganas», indicaba mientras ayudaba a los mayores a pasar al consultorio en el que el personal del Sergas estaba realizando las inmunizaciones. 

Allí estaba, a punto de poner su brazo al servicio de la aguja, Josefa Martínez, que es natural de Moaña. El director bromeaba entonces con ella y señalaba: «Es la mejor para una entrevista». Josefa, sin pelos en la lengua, contestaba: «Eu non son boa para nada» y echaba una risa. Luego, al preguntarle si acudía con ánimo a ponerse la cuarta dosis, tiraba de retranca: «Póñoa de boa gana, se cadra aínda me da forza para ir co leghón á leira», indicaba. Y volvía a reírse por lo bajo. Josefa recuerda que lo pasó mal hace unos meses con el coronavirus. De hecho, su respuesta fue fulminante al preguntarle por el covid: «Madre que lo parió.... estívenche mal», enfatizaba. Luego, entraba a vacunarse sin antes hacerse totalmente la olvidadiza al preguntarle su edad: «Iso xa non che me acorda. Igual teño 70, 80... vai ti ver os anos que teño». 

Tras Josefa continuaron entrando mayores. Se preveía que a lo largo de la mañana se pudiese inmunizar a todos los usuarios. El director de la residencia concluía: «Entre el personal del Sergas y el nuestro creo que el operativo está saliendo muy bien».