Sara y Leticia hacen barrio con libros y dulces «a medida» para sus clientes

Nieves D. Amil
nieves d. amil PONTEVEDRA / LA VOZ

PONTEVEDRA

Sara Atelier. Un negocio de pastelería a medida para gente con intolerancias y además es librería
Sara Atelier. Un negocio de pastelería a medida para gente con intolerancias y además es librería Ramón Leiro

Sara Atelier abrió para cubrir la demanda de pastelería sin gluten

14 ene 2023 . Actualizado a las 16:55 h.

Sara Sieiro supo que tenía que hacer pasteles a demanda para personas con intolerancias alimentarias cuando hace unos años llevó a su hija a cumpleaños y vio que una niña celíaca tenía que llevar su propia merienda. Supo que ahí había un nicho de mercado que había que atender. Hacía poco tiempo que había regresado de Londres y Madrid, donde vivió por trabajo, y ya ahí había hechos sus pinitos como pastelera. En la capital londinense estaba mucho tiempo sola y comenzó a hacer tartas para los cumpleaños de su barrio, además de colaborar en un blog de gastronomía. De ahí se mudó con su familia a Madrid. Pero la capital no era para ella y volvió a donde había crecido para montar Sara a Atelier. No es una cafetería, ni tampoco una pastelería. «Es un obrador donde hacemos dulce libre de gluten y a medida de cualquier intolerancia, además de postres veganos», explica Sara sentada una mesa en el escaparate de su negocio que parece invitar a charlar y a tomar algo.

Aunque sorprenda, a su alrededor hay estanterías con libros y algo de material de papelería. Detrás del mostrador, viendo la pantalla de un ordenador está Leticia Caraballo. Ella se encarga de esa parte. Sus historias se cruzaron el pasado junio. Tras una reforma demasiado larga de la calle Loureiro Crespo, esta librera decidió cerrar la puerta de su negocio Luna Nueva hasta que vio el atelier de Sara. La encontró en un momento en que esta pastelera estaba muy agobiada después de una Semana Santa de mucho trabajo «Hablé con ella para ver si podíamos compartir espacio y ayudarnos mutuamente», explica Leticia. Tras varias consultas legales encontraron encaje a un negocio compartido y que hasta el momento casa a la perfección. «A mí siempre me gustó hacer algo diferente a lo que había en Pontevedra, esto aúna gastronomía y cultura en un mismo ambiente y es algo dinámico», comenta Sieiro, que espera que en el próximo mes puedan empezar con talleres y actividades para niños y padres.

Leticia ya tenía en marcha obradoiros en su anterior ubicación. «A la gente del barrio le gusta mucho la iniciativa, la escritora Eva Mejuto viene mucho a coger unas galletas a las que ya le pusimos su nombre: Eviñas de limón», dice con satisfacción Sara, que centra su actividad en la pastelería. Eso sí, todo es sin gluten. Y a partir de ahí, la adapta para sortear cualquier intolerancia.

Conciliar la vida

El atelier está en Os Salgueiriños, donde Sara vive con su familia. No se imaginaba otro sitio para conciliar la vida laboral y familiar. «Mi marido teletrabaja y entre los dos nos encargamos de los niños. Desde que hubo covid, los abuelos tienen miedo a contagiarse y no nos podemos apoyar mucho en ellos», comenta Sara Sieiro, que dice que ya están acostumbrados a tirar para adelante.

Con la crisis del 2008, Sara y Raúl Nicolás, su marido, se fueron a Londres con sus dos hijos (el tercero aún no había nacido) en busca de un futuro mejor. Lo encontraron, pero con el brexit la situación empeoró y la empresa del marido lo trasladó a Madrid. «Yo no acababa de sentirme bien allí y decidimos volver. Él encontró aquí trabajo y yo seguía haciendo tartas por encargo, así que decidí montarlo de forma más profesional, como me gustan las cosas», explica en un local que dispuso de forma acogedora para convertirlo en una parte más de su casa. Sigue dándole vuelta a al cabeza y no descarta ampliar para que la gente entre en su casa para quedarse a endulzar el día. Y a compartir lecturas.