El día en el que el dalái lama se coló en un congreso en Pontevedra

María Hermida
María Hermida PONTEVEDRA / LA VOZ

PONTEVEDRA

El psicólogo Iago Roel, organizador del congreso, abriendo la cita este jueves.
El psicólogo Iago Roel, organizador del congreso, abriendo la cita este jueves. CAPOTILLO

El Atlantic Meet se estrenó en el Pazo da Cultura reivindicando el poder de las relaciones humanas y de cómo, tras el covid, necesitamos reconectar

15 sep 2022 . Actualizado a las 19:26 h.

Conseguir que un auditorio apague el móvil es actualmente misión imposible. Pero a veces, aunque no se llegue al todo, alcanzar partes es importante. Este jueves, en la apertura de un congreso llamado Atlantic Meet que se está celebrando en el Pazo da Cultura y que busca potenciar las relaciones humanas, conforme se iba estrenando la cita, mientras iban sonando las palabras en el estrado, cada vez eran más las personas que apartaban la mirada de sus pequeñas pantallas y decidían sumarse de lleno a aquel presente. Porque se hablaba, precisamente, de la necesidad de reconectar tras un tiempo, el de la pandemia, en el que las pantallas eran la única forma de cercanía.

Abrió el congreso el dalái lama. O casi. Él llegó a los espectadores a través de las palabras de Iago Roel, el psicólogo pontevedrés al que se le ocurrió la idea de armar un congreso para debatir sobre cómo nos relacionamos y cómo gestionamos temas tan importantes como la economía circular, el turismo e incluso también el sufrimiento. Trajo Roel estas palabras del líder budista al escenario pontevedrés: «Casi todo nace del aprecio por los demás». Y, a partir de ahí, nadie fue capaz de quitarle la razón.

Intervinieron en la apertura del congreso varios cargos públicos. Porque lo cierto es que tras presentarse la idea de esta cita, que cuenta con la participación de ponentes como Emilio Duró o Elsa Punset, tanto el Concello como la Xunta y la Diputación decidieron arroparlo. Habló primero la directora de Turismo de Galicia, Nava Castro. Dijo que el Camiño de Santiago es un buen catalizador de esa cercanía que necesitamos tras la distancia física y hasta emocional que nos impuso a todos el coronavirus.

Tomó luego la palabra el concejal de Desenvolvemento Sostible de Pontevedra, Iván Puentes, que contó lo que vive en sus clases en la Universidad. Dijo que cada año, en estos momentos en los que las tecnologías mandan, hay alumnos que le insisten en las bondades de las redes sociales como solución a las comunicaciones. Señaló que, a su modo de ver, esas redes son más útiles cuanto mejor imitan las relaciones personales. Y afirmó: «No hay vínculo más importante que el que puede establecer cara a cara una persona con otra». 

Turismo de ida y vuelta

Cogió el guante de esa idea la diputada de Turismo, Ana Laura Iglesias, que reflexionó sobre la capacidad del ser humano para adaptarse, recordando cómo todos acatamos la orden de quedarnos en casa cuando el covid sembraba decenas de muertes. Dijo que el turismo por el que apuesta la Diputación nunca puede ir solo encaminado a quienes vienen de fuera. «Se necesita contar con los que reciben, con los que están aquí y establecer relaciones entre unos y otros», dijo.

Y las intervenciones políticas del congreso se remataron con el alcalde, Miguel Anxo Fernández Lores, que citó a numerosos autores para demostrar que «está todo escrito» y que hace más de cien años hubo quien reivindicó que las ciudades tienen que ser foros de vecindad con relaciones intensas entre los barrios. Señaló que esa es la idea del modelo urbano de Pontevedra. «Non pode ser que coñezamos mellor o hábitat do oso pardo que o hábitat das nosas cidades», indicó, parafraseando también una cita histórica. Concluyó que congresos como este, en el que mañana viernes hablará Toni Nadal, el hombre que está detrás de la leyenda de Rafa Nadal, demuestran que «hai que ter a mente aberta» porque es el único camino para aprender y para relacionarnos mejor.

A los políticos les sucedió en la palestra el ciclista Ezequiel Mosquera. Y una palabra se hizo entonces protagonista: sufrimiento. Habló de lo duro que es mantenerse bien física y mentalmente cuando se compite en primera línea. Aunque dijo que no tenía tablas para disertar sin chuleta, acabó dejando los apuntes para emocionar con su experiencia. 

El optimismo de Emilio Duró

Esta tarde de jueves le toca el turno a dos de los conferenciantes más esperados: Emilio Duró y Elsa Punset. Vienen para hablar de dignificar el camino de la vida o a proponer cómo adaptarse a estos tiempos extraordinarios. Duró, que a la mañana impartía un seminario, demostraba entonces que si es conocido mundialmente por su divulgación sobre la necesidad de ser optimistas y empáticos no es solo por lo que cuenta a micrófono abierto, sino por su actitud vital. Así, en un momento dado le interrumpieron en su clase. Salió al pasillo del Pazo con sonrisa y, cuando le pidieron disculpas, espetó: «Alguien que me va a dedicar un minuto su tiempo nunca interrumpe».