¿Quién coloca cintas y lanza huevos a los coches en Leborei?

Cristina Barral Diéguez
cristina barral PONTEVEDRA / LA VOZ

PONTEVEDRA

El Concello de Pontevedra instaló a principios de julio señales en Leborei, en Cerponzóns, limitando el paso de coches a residentes y servicios
El Concello de Pontevedra instaló a principios de julio señales en Leborei, en Cerponzóns, limitando el paso de coches a residentes y servicios Ramón Leiro

Los vecinos rechazan unas prácticas que atribuyen a «graciosos» de la zona y subrayan que el problema de tráfico mejoró en este núcleo de Pontevedra

30 ago 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

Desde hace casi dos meses, en concreto desde el pasado 4 de julio, solo residentes y servicios pueden transitar en coche por el núcleo de Leborei, en la parroquia de Cerponzóns, en Pontevedra. El Concello, a petición de los vecinos de este lugar, instalaba entonces unas señales que restringen el tráfico de paso por esta zona. Se trata de viales muy estrechos que no están diseñados para soportar un exceso de circulación, incluso de camiones, buses y caravanas. Varios vehículos grandes, guiados por el GPS, acabaron cayendo en esta trampa, quedando encajonados.

Los residentes, hartos de que el núcleo de Leborei se hubiera convertido en una especie de atajo para comunicar las carreteras de Santiago y de Vilagarcía a la altura de Pontevedra, hicieron ruido para exigir soluciones. La presión fue efectiva, pero con esas señales de tráfico no llegó la paz, como reconocía ayer Juan José Esperón, miembro de la directiva de la Asociación de Veciños O Chedeiro de Cerponzóns.

Sí se redujo el paso de camiones, pero todavía siguen circulando coches de no residentes. Este domingo, ya de noche, varios conductores se encontraron con esas señales que dijeron desconocer. Decidieron seguir adelante y se toparon poco después con una cita plástica que cortaba el vial de lado a lado. Se bajaron del vehículo y como esa tira no era de la Policía Local ni de la Guardia Civil optaron por continuar la marcha. Su gesto no fue bien recibido y la respuesta vino por el aire en forma de huevo. Uno impactó en la furgoneta y en la zapatilla de uno de los conductores. Tras ese primer huevo, llegó un segundo. Los conductores, sabiendo que no habían hecho caso a una señal, se fueron del lugar.

Desde la asociación O Chedeiro rechazan de plano ese tipo de prácticas, que achacan a «graciosos» que conocen la zona. «Cuando colocaron las señales, al día siguiente las arrancaron y aparecieron en otro sitio. La policía ya está detrás. Nosotros pedimos las señales y son efectivas porque mejoró la situación, aunque vamos a mandar un mensaje a Google Maps para que retire ese lugar», dijo Esperón.