Carmela Silva: «Nada tiene que ver la gestión de este gobierno con la de los anteriores»

Alfredo López Penide
López Penide PONTEVEDRA / LA VOZ

PONTEVEDRA

ADRIÁN BAÚLDE

La presidenta de la Diputación de Pontevedra advierte de que «vivimos momentos complejos para la igualdad»

09 ago 2022 . Actualizado a las 16:53 h.

Si se le pregunta como definiría en una sola frase lo que han supuesto los últimos siete años de gobierno coaligado PSOE-BNG al frente de la Diputación de Pontevedra, su presidenta Carmela Silva (Vigo, 1960) lo tiene claro: «Cambio trascendental en la provincia de Pontevedra».

—De hecho, trascendental y transformación son los términos que más se emplean para aludir a estos siete años.

—Sí. Creo que ha sido un cambio trascendental porque nada tiene que ver la gestión de este gobierno con la de los anteriores y transformación porque nuestra apuesta era por un modelo en el que pudiéramos hacer el cambio hacia la digitalización, la sostenibilidad, la recuperación del espacio público, la igualdad, el medio ambiente y el apoyo a la modernización de los sectores económicos.

—El vicepresidente César Mosquera suele emplear la expresión «concello de concellos» para referirse a la Diputación, ¿lo comparte?

—Sí, es así. La propia Constitución establece que el fin último de las diputaciones es garantizar derechos y servicios, sobre todo, a los concellos de menos de veinte mil habitantes. Realmente, somos un organismo intermedio que es el concello de los concellos. Es una buena definición.

—Precisamente, los concellos son los que reciben el grueso del importe de las inversiones.

—De hecho somos la administración provincial de toda España que más transferencias hace directas a los concellos. Estamos en torno al 34 y el 35 % dependiendo de cada uno de los presupuestos, la media de España está entre el 17 y el 18 %. Duplicamos las transferencias que hacemos a los concellos y, además, con criterios objetivos, con equidad, tratando a todos los concellos por igual con el objetivo de que, vivas donde vivas, tengas garantizadas aquellas cuestiones básicas que dan calidad de vida.

—Es lo que se conoce como equilibrio territorial, una expresión relativamente reciente.

—Hace poco tiempo que se utiliza como concepto, pero lo cierto es que la Constitución Española y el Estatuto de Autonomía de Galicia están llenos de ese espíritu, de gestionar los fondos públicos para lograr ese equilibrio territorial y, por otro lado, la cohesión social.

ADRIÁN BAÚLDE

—¿Cómo contribuye el Plan Concellos, junto con otras iniciativas, como ReacPon o PICEI, a este equilibrio territorial?

—Creo que son grandes equilibradores en el territorio. El Plan Concellos porque permite que todos los ayuntamientos sepan con antelación cuantos recursos van a tener, por lo que pueden planificar y eso garantiza que hoy hay más saneamiento, abastecimiento, hay más vías municipales en buenas condiciones, hay más recuperación del espacio público, hay la garantía de que se pueden prestar los servicios con la Liña 3 de Emprego... Y en todos los concellos de menos de 50.000 habitantes, porque Vigo y Pontevedra no están dentro del Plan Concellos, los financiamos a través de convenio. Y luego, los planes extraordinarios que han sido cinco a lo largo de estos siete años de gobierno y que han permitido que hoy haya más pabellones, más centros de cultura, más pistas deportivas, más bibliotecas, más centros para jóvenes... Son los grandes planes de inversión para lograr ese equilibrio desde la equidad. Creo que es algo que hay que resaltar porque en el pasado no la había.

—De igual modo, también hicieron de la igualdad algo transversal a todas las áreas de gobierno.

—Sí. Las mujeres hemos avanzado mucho gracias al movimiento feminista, pero no es menos cierto que está habiendo retrocesos que nos preocupan a las personas que defendemos la igualdad entre mujeres y hombres. Para esta Diputación ha sido una gran prioridad y somos la referencia en toda Galicia y a nivel del Estado, pero queda muchísimo por hacer. Las discriminaciones van desde lo más pequeño a lo más grande, desde qué capacidad tenemos las mujeres para definir nuestra vida, para tomar decisiones en libertad cuando seguimos siendo las cuidadoras, las que tenemos más dificultad para crecer en nuestra profesión, hasta las situaciones más graves, como son los asesinatos machistas, las violaciones o lo que tiene que ver con la sumisión química. Vivimos momentos complejos para la igualdad, por lo que tiene que seguir siendo un elemento transversal y vamos a seguir apostando mucho. Estamos ya diseñando el presupuesto para el año 2023 y el área de igualdad va a crecer sustancialmente. Hay que seguir apostando por la mitad del mundo. Siempre digo: «No somos un colectivo, somos más de la mitad del mundo». ¿Cómo no se van a hacer políticas para que logremos poner veto y poner fin a esas discriminaciones que padecemos?

ADRIÁN BAÚLDE

—¿Qué está impidiendo el conseguir una igualdad plena?

—Está muy claro. Hay un sistema patriarcal pensado para que la mitad del mundo, los hombres, vivieran en las situaciones de privilegio y la otra mitad, en situaciones de sumisión. Hay todo un sistema creado para ello. Hay que cambiar el sistema, romper con ese modelo y para eso es fundamental optar por la discriminación positiva. ¿Por qué es muy difícil? Porque cuando hay un todo que domina la mitad para que otra mitad, las mujeres, podamos tener igualdad de oportunidades tienen que renunciar al 50%. Y eso es muy complicado. Lleva trescientos años el movimiento feminista intentándolo. Hemos avanzado mucho, pero queda mucho por avanzar.

«Está claro que nuestro planeta ya no aguanta más

Entre los ejes impulsados por la Diputación de Pontevedra en estos siete años, la apuesta decidida por la digitalización —«Estamos ya en la revolución digital, no es el futuro, es el presente (...). Me preocupa mucho la brecha digital. Hay que hacer un enorme esfuerzo para que la ciudadanía tenga los conocimientos que les permitan moverse bien en este mundo digital»— o la sostenibilidad. «Está claro que nuestro planeta ya no aguanta más», advierte Silva.

—Una de estas señales es la sequía actual, una situación que les ha llevado a aprobar una línea de ayudas extraordinarias.

—Las administraciones tienen la obligación de adelantarse a lo que ocurre. Estamos en una situación de prealerta y parece que en agosto no va a llover mucho. No puede ocurrir de ninguna forma que existan problemas de abastecimiento. El agua es un bien fundamental. El proyecto está dotado con tres millones, mientras que la Xunta aprobó una medida de 300.000 euros.

—¿El medio ambiente es también un aspecto transversal?

—Sí, es también transversal. Por ejemplo, el Plan Revitaliza, que es una referencia en Europa, y ahora estamos aprobando recursos para que los concellos pongan en práctica la nueva Ley de Residuos, pero también la creación de parques forestales o fomentar la economía de proximidad.