Una vecina de Combarro se reencuentra con una imagen desconocida suya de hace sesenta años
PONTEVEDRA
Dolores Chantada, de 86 años, asegura que no se percató de que la fotografiasen siendo veinteañera: «Non sei quen»
30 jul 2022 . Actualizado a las 12:42 h.Fue hace poco más de un año cuando una imagen remitida por un amigo sorprendió sobremanera al arqueólogo Marcos Padín, vicepresidente de la asociación Armadiña de Combarro. En la fotografía, en blanco y negro, se observaba una joven veinteañera caminando por el casco histórico de la villa turística portando sobre la cabeza un balde de madera para el agua. Era su abuela y es la fotografía que sirve para ilustrar el cartel con el que se anuncia la segunda Semana do Museo de Combarro, que se presentó este martes en Chousa.
Se sabe que el fotógrafo que inmortalizó a Dolores Chantada hace más de seis décadas fue el astrohúngaro Nicolás Muller: «Fixo a súa labor de fotógrafo en Combarro porque lles chamaba moito a atención como vivían as xentes nas zonas máis rurais a diferenza do que ocorría nos seus países», resaltó Marcos Padín, destacando la labor antropóloga que realizaron, «aínda que eles seguramente non considerasen antropoloxía como tal o que facían».
Y es que el Combarro de hoy en día poco se parece, aunque mantiene su filosofía e idiosincrasia de antaño, a lo que se pudo encontrar Nicolás Muller. «Agora está todo máis enfocado cara o turismo, está máis tematizado, pero naquel momento chegabas a un pobo e atopaban un secadoiro de congro ou peixe ou estaban as redeiras traballando. É un mundo que, creo eu, lles chamaba moito a atención polo choque cultural. Tomaron imaxes e isto nos permite dispor dun rexistro antropolóxico do pasado», una apreciación, la de Marcos Padín, que comparte su abuela.
«Daquela viñan turistas, non tantos coma agora. Ingleses viñan moitísimos, raros, pero viñan», sostiene esta última echando la mirada a antaño y recordando cómo lo que hoy es la plaza de Chousa «era praia, era area. Agora está defenestrado, máis bonito sería antes. Agora hai demasiado turismo, moitas veces non podemos nin andar pola rúa, pero, bueno, dá vida».
Asegura que, en ningún caso, se percató de que la cámara de Muller la estaba enfocando, por lo que descubrir la imagen fue toda una sorpresa. De aquella jornada se atreve a apuntar que «fun a fonte coma un día calquera e alguén sacoume a foto. Non sei quen», al tiempo que aventura que, por la ropa que vestía, debía tener 20 o 21 años. Este jueves cumplirá 87.
A través de las palabras de Dolores se descubre el itinerario que siguió la imagen después de que hubiera llamado la atención de un joven oriundo de Combarro. Así, la madre de este amigo de su nieto fue de las primeras personas que la identificó: «Esa é Lola a de Venancio!».
Archivo fotográfico en Madrid
La imagen de Dolores Chantada se encuentra en el Archivo Regional de la Comunidad de Madrid, que alberga el Fondo Fotográfico Nicolás Muller, si bien otras imágenes presentes en la exposición Xanelas ao pasado proceden de la fototeca del Instituto del Patrimonio Cultural de España, del Museo de Pontevedra o la Real Academia de Bellas Artes. «Pretendemos poder xuntalas todas para que a xente de aquí as poda gozar xuntas e non ter que facer unha labor de investigación bestial... Tireime horas para encontrar as imaxes», apunta Marcos Padín.
Hasta el domingo se podrá disfrutar de esta selección de imágenes en distintos puntos de Combarro, una iniciativa que, según se expuso en la presentación de la segunda Semana do Museo de Combarro, se compatibilizará con otras iniciativas. Así, este mismo jueves, se ha programado la primera sesión de la visita teatralizada (18.30 horas) a cargo de Teatro Infantil Armadiña, así como se podrá conocer directamente el trabajo de las mariscadoras.