El cardiólogo y político pontevedrés que restauró una casona de leyenda

María Hermida
María Hermida PONTEVEDRA / LA VOZ

PONTEVEDRA

Bernardo López Abadín, en el jardín de la casa que restauró en el corazón de Pontevedra.
Bernardo López Abadín, en el jardín de la casa que restauró en el corazón de Pontevedra. CAPOTILLO

Falleció Bernardo López Abadín, que fue vicepresidente de la Diputación de Pontevedra con el PP

14 jul 2022 . Actualizado a las 18:16 h.

Pontevedra acaba de perder a Bernardo López Abadíncardiólogo y político, que falleció a los 86 años de edad en su casa de Chancelas (Poio). Más allá de su labor como médico de la sanidad privada, que ejerció con esa pasión de los antiguos doctores cuyas consultas nunca se cerraban, y de su trayectoria política, en la que llegó a ser vicepresidente de la Diputación de Pontevedra, a López Abadín se le debe la recuperación de un trocito de la historia de Pontevedra. Él y su esposa, Mercedes López-Ríos, invirtieron 16 años en rehabilitar la casa de leyenda de sus antepasados, ubicada en la calle Sarmiento y con jardín a la plaza de A Pedreira. 

López Abadín era natural del concello lucense de Viveiro y estudió en los primeros años de su vida en los Jesuitas de Valladolid. Pero con 12 años ya se trasladó a la ciudad pontevedresa, para continuar sus estudios. Y fue en la ciudad del Lérez donde terminó quedándose. Tal y como contó en una entrevista en La Voz de Galicia, heredó la pasión por la medicina de su tío político Claudio Losada y entre los recuerdos que conserva de él destaca un dibujo-retrato que le hizo su amigo Castelao. No era la única obra del insigne galleguista que él guardaba.

Tras acabar la carretera de Medicina, Bernardo López se especializó en cardiología y siempre tuvo su consulta en los bajos de la casa de Sarmiento, donde ya había vivido de niño y volvió a convertir en su residencia tras la ardua rehabilitación. Cuando él y su mujer iniciaron la restauración del inmueble, lo hicieron respetando escrupulosamente su historia. No en vano, conservaban los planos originales en papel de arroz firmados por el arquitecto Ricardo de Arístegui y datados en 1870. Solía contar con cierto orgullo y emoción que Patrimonio no tuvo que preocuparse de nada, porque la rehabilitación que hicieron fue tan fiel y purista que ni las más estrictas normas de protección podrían superarla, tanto en la arquitectura exterior como interior.

Lograron que en la casona familiar se volviese a respirar el afrancesamiento del siglo XIX y el refinado gusto que debió tener su promotor. Contento por los trabajos llevados a cabo en el inmueble, López Abadín contaba algunos secretos que albergaban aquellas paredes, como que una de las camas de dosel de un dormitorio se creía que pertenecía a un rey de Castilla y que en ella había dormido la reina Victoria Eugenia en una visita a Pontevedra. 

López Abadín tuvo también una trayectoria política. Su bisabuelo, José López Pérez, y su abuelo, Bernardo López Suárez Cobián, fueron alcaldes de Pontevedra. Él, en cambio, rechazó esa posibilidad cuando UCD le ofreció ser candidato. En las primeras elecciones democráticas figuró en la lista de Democracia Cristiana . Simpatizó con el Partido Liberal y después, de la mano de su amigo Fernández Albor, terminó en el PP. Fue concejal en la época de Javier Cobián (1991-1995) y vicepresidente de la Diputación de Pontevedra. Se volcó con la Universidad y su gran tarea fue el despegue del campus de Pontevedra

Tras fallecer en la casa que tenía en Chancelas, Poio, está siendo velado en su domicilio