El «cemento» de tres generaciones del Cisne se despide del equipo con la promesa de volver

Nieves D. Amil
Nieves D. Amil PONTEVEDRA / LA VOZ

PONTEVEDRA

CAPOTILLO

Andrés Sánchez, formado en la cantera del Teucro, lleva 13 años en el club

12 jul 2022 . Actualizado a las 18:29 h.

Andrés Sánchez se despidió este martes del Cisne después de 13 años en el equipo. El «cemento» de tres generaciones, como se refirió a él Santi Picallo, se hace a un lado para poder compaginar su faceta profesional con la deportiva. «Hay una buena generación para sustentar al equipo y el club necesita gente que se dedique a esto, para no poder estar al 100 % es mejor hacerse a un lado», explicó Sánchez, tras hacer un repaso por su vida deportiva. Seguirá jugando al balonmano después de conseguir que su nuevo equipo acepte su flexibilidad. Aún así espera regresar algún día al Cisne para ayudar en cualquier puesto, no en la pista. 

Acompañado de prácticamente todos sus compañeros de equipo, Andrés Sánchez contó como el padre de Álex Chan los trajo a él a y a cuatro compañeros más cuando eran jugadores del Teucro. Con 15 años cambió el azul por el blanco y ahora, con 30, y un corazón plenamente cisneista dice adiós al conjunto pontevedrés. Fue la primera generación que vio crecer al equipo hasta Asobal, dio la bienvenida a la siguiente remesa de jugadores como Álvaro Preciado o Bruno Vázquez y ayudó a brillar a los últimos en llegar, a esa generación de Carlos Álvarez y Mateo Arias. Es por eso que Santi Picallo se refirió a él como el «cemento» de la plantilla. «Se marcha después de intentar convencerle de que no lo hiciera, ha marcado la historia del Cisne y fue el germen del equipo que es hoy en día», explicó el presidente, quien lamenta que «este año no pueda ser el referente de nuestros chavales» en la segunda temporada en Asobal. 

En la despedida, Andrés Sánchez, contó una anécdota para reflejar su vinculación con el Cisne, aunque estuviese lejos de Pontevedra. En estos 13 años, uno de ellos fichó por el Cisudad Real. «Fue una temporada llena de buenos momentos, pero recuerdo que cuando nos estábamos jugando todo, yo pregunté cómo había quedado el Cisne», comenta con humor.