¿Te imaginas un videojuego para ser barista en la cafetería donde tomas café cada día?

Nieves D. Amil
nieves d. amil PONTEVEDRA / LA VOZ

PONTEVEDRA

Lizartonne y Anahí Sotelo, impulsores de Digital Monster Collection, con alguno de sus trabajos de animación
Lizartonne y Anahí Sotelo, impulsores de Digital Monster Collection, con alguno de sus trabajos de animación Ramón Leiro

La empresa Digital Monster Collective impulsa estos juegos empresariales para ayudar a financiar proyectos de animación

13 jul 2022 . Actualizado a las 18:32 h.

¿Te imaginas lo que sería entrar virtualmente en la cafetería donde cada día vas a tomar café? Ponerte en la piel del barista y escoger la mejor combinación de la carta que ofrece o sentarte en la misma mesa que lo haces a diario es viable desde casa. Esta posibilidad ya existe en El Club del Café de Pontevedra, un lugar de culto para los muy cafeteros que se han puesto en manos de Digital Monster Collective para sacar un juego sobre su local. «El jugador se pone detrás de la barra y le piden, tú debes hacer las combinaciones para ir avanzando en el juego», explica Daniel Rodríguez, impulsor de la empresa y conocido en el mundo del videojuego como Lizartonne. El responsable del Club de Café, Gonzalo Rodríguez, reconoce que es una iniciativa «interesante que permite al jugador ir superando fases hasta llegar a una pantalla final en la que hay un premio para el que lo consiga». El juego se presentó ayer en el Arcade Videoxogando.

Estos juegos publicitarios nacen en la cabeza de Daniel Rodríguez, que impulsa una empresas dedicada a los videojuegos y la animación. Explota su versión más rentable, la de los diseños de interfaces, arte o trabajos para empresa para poder dar alas a la más creativa. Fueron finalistas de los Mestre Mateo al mejor cortometraje de animación con Elvis!, un trabajo de Stop Motion impulsado por los alumnos de Kraken, la academia que tenían en Pontevedra antes de que la pandemia arrasase con casi todo. Ellos fundaron el centro en el 2017 y hacían cortos de animación y daban clases, pero las dificultades de la actual coyuntura le llevaron a transformar ese negocio en el actual, con una versión más empresarial y con pocos empleados.

También juegos solidarios

Para poder impulsar estos proyectos artísticos de ficción se han adentrado en los videojuegos para terceros. Algunos de ellos le han valido premios internacionales y otros, como una colección de siete juegos en la que participaron muchas empresas, logró reunir en una causa benéfica por Palestina hasta un millón de dólares. «Quien quería comprar la colección hacía una donación y se llegó a esa cantidad, fue una barbaridad», reconoce Lizartonne. Ellos aportaron a ese paquete The Wordland Scape, un juego de palabras que se escapan y hay que organizar por campos semánticos.

Este empresario de Pontevedra se metió en la aventura digital de la mano de Anahí Sotelo, una médico que también aportó sus conocimientos a esta faceta y se especializó en animación, publicó un cómic de historias médico-paciente y hasta impulsó un juego de salud mental. Digital Monster Collection trabaja ahora desde Barro por el afán de dos jóvenes de seguir potenciando la animación gallega.