Las tripulaciones han tenido oportunidad de conocerse aún más en estas dos jornadas en blanco. Los cuarenta barcos cuentan con regatistas de todas las edades y algunos de ellos con un gran bagaje deportivo. Entre ellos hay campeones del mundo, medallistas olímpicos y figuras destacadas de la vela de diferentes generaciones. Además de Nicolás Rodríguez, bronce en Tokio 2020 que compite a bordo del Meerblick, está Jane Abascal, que ganó la primera medalla de oro para España en Moscú 80 y defiende el título mundial a bordo del Bribón 500. «El hecho de que haya gente joven en la clase que viene de categorías olímpicas, que es donde está el más alto nivel, es un punto muy a favor. Los barcos de la clase 6 metros van mejorando, cada vez hay más equipos y más competitivos, por lo que sin duda es un plus muy importante para seguir progresando», señaló Abascal ya en tierra.
Uno de los motivos más destacados para los regatistas veteranos a la hora de contar con tripulaciones jóvenes son los conocimientos técnicos que tienen. «La vela olímpica es la de más alto nivel por lo que los regatistas más jóvenes, aunque no sean expertos en estos barcos, aportan su experiencia en el trabajo en equipo, la técnica, y la táctica», añade. Ese «plus importante» que destaca Jane Abascal también lo defiende Nico Rodríguez, que cree que es una clase «espectacular» en la que se aúna lo clásico con lo moderno. Es la primera vez que el medallista de Tokio 2020 participa en un Mundial de esta disciplina.