Año arriba o año abajo, la de ayer fue toda una fiesta en la residencia de Campolongo, y la mujer hizo gala de muy buen humor pese a que en los últimos años ha perdido algo de movilidad.
Sus familiares le hacen visitas con regularidad y aseguran que todas las tardes merienda café con churros en la propia residencia. También aseguran quienes le conocen que siempre está de buen humor y que es una residente muy querida en Campolongo. De hecho, ya se ha convertido en una tradición, igual que el ramo que le sigue llevando Fernández Lores cada año, que residentes y trabajadores del centro entonen el Cumpleaños feliz en homenaje a Olga Macías, una canción a que la ella responde emocionada con la mejor de sus sonrisas.