En cuanto a la comisión del delito de atentado, el representante del ministerio público remarca que Cedeira «tenía pleno conocimiento de que las personas que salía del ayuntamiento eran el alcalde y concejales», así como que la persona que conducía el vehículo al que dio patadas era el propio regidor municipal de Pontevedra. Es por ello que concluye que el trabajador «realizó los actos despreciando el principio de autoridad».
En su momento, José Luis García Pedrosa, secretario de organización comarcal de CC. OO., sostuvo que Ramiro Cedeira se limitó a defender su puesto de trabajo en una movilización en la que, dice, «no hubo ninguna actuación delictiva», tan solo «cánticos» contra el alcalde y también patadas a su coche cuando abandonó el aparcamiento. «No he hecho nada ni he maltratado a nadie», añadió el acusado.