Un sueño pontevedrés que se cumplió en una aldea de Senegal

Marcos Gago Otero
Marcos Gago A LAMA / LA VOZ

PONTEVEDRA

Tamara Pacheco se reencuentra con el pequeño Alliou en Senegal
Tamara Pacheco se reencuentra con el pequeño Alliou en Senegal CEDIDA

Tamara Pacheco pudo reencontrase con Alliou, el niño al que cuidó en un orfanato en un viaje de voluntariado

02 abr 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

La pontevedresa Tamara Pacheco y su marido Enrique Vaqueiro viajaron a Senegal con un único propósito. El objetivo era encontrar a un niño, Alliou, que esta vecina de A Lama había cuidado en una visita anterior al país africano hace casi cuatro años en un viaje de voluntariado. Tamara conoció a muchos niños en esa institución, los abrazó, cuidó y trató de colmar de afecto. De todos, Alliou fue especial, porque conectaron muy bien. Después tocó despedirse y volver una a Europa y el otro a su rutina en el orfanato, que dejó al cumplir dos años para pasar al cuidado de una tía.

Tamara siempre llevó a Aillou en el corazón y el deseo de volver a verlo la impulsó a hacer este viaje, cuidadosamente planificado, con, su compañero de aventuras. A Alliou lo encontraron en una aldea, Ngoye, cerca de la ciudad de Touba. Enrique señala que, entre las humildes chozas del poblado, aparecieron muchos niños en cuanto abrieron el coche y repartieron la ropa donada que traían desde Galicia. Vaqueiro añade: «De repente llegó una señora con un niño colgado a la espalda. Era él. Tamara lo reconoció en seguida». El pequeño ya no se acordaba de ella, pero Tamara es persistente y quiso conocer cómo era su vida y en qué se le podía ayudar.

Así supo que la tía que lo cuida tiene cinco hijos a su cargo, además de Alliou, que no iba al colegio, porque su cuidadora no tenía medios. Tamara y Enrique pagaron un año escolar, útiles incuidos y ahora se asegurarán de que el niño pueda aprender y tener un futuro mejor. También entregaron dinero al orfanato donde estuvo el niño y un cargamento de leche en polvo donado por los compañeros de la empresa para la que trabaja Tamara.

Hay veces que los sueños no solo son para imaginarlos, sino que se cumplen. Para Tamara y Enrique, este fue uno de ellos.