Refractarios Campo teme verse obligado a apagar los hornos por la huelga y el gas

La Voz PONTEVEDRA / LA VOZ

PONTEVEDRA

Fábricas del grupo Cerámica Campo en Arnosa, en Vilalonga
Fábricas del grupo Cerámica Campo en Arnosa, en Vilalonga JANET GONZALEZ VALDES

La falta de materia prima y las dificultades de transporte, junto con el elevado coste de la energía dificulta mucho la actividad del sector

25 mar 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

Refractarios Campo es una de las principales empresas de su sector en la comarca de Pontevedra y afronta, con gran preocupación, la repercusión que la huelga del transporte y el elevado precio del gas está teniendo en su actividad. Puede incluso llegar al punto de tener que apagar sus hornos.

Esta empresa está asentada en Vilalonga, en el municipio de Sanxenxo y, junto con Pretensados Campo, está viéndose muy perjudicada por la actual situación. Entre ambas tienen unos sesenta trabajadores.

El apoderado de Refractarios Campo, Camilo Rodiño, no oculta la gravedad de la situación en la que se encuentra. «Estamos a punto de parar los hornos porque, aparte de la huelga del transporte, tenemos otro problema que es el precio del gas». Si el primero de los problemas dificulta tanto la llegada de materia prima como el envío a su destino del producto elaborado, el segundo factor reduce en gran manera el margen de beneficio. No solo eso, también está el problema de cómo atender la amplia cartera de pedidos de la fábrica sanxenxina. Es una situación compleja porque se trata de «pedidos de elevados importes firmados con clientes extranjeros y con avales por el medio». En la mayoría de los casos hay comprensión de la situación excepcional que se está viviendo, pero siempre hay un riesgo. Entre otros destinos, la producción de Vilalonga iría, en circunstancias normales, a Gran Bretaña, Sudáfrica, Francia y el norte de África, entre otros.

Costes muy altos

Rodiño indicó que ahora están produciendo pedidos que se realizaron en diciembre o enero. Los costes del material eran entonces muy distintos a los actuales. Ahora mismo los números no dan y este es un problema añadido. Asimismo, el apagado de los hornos tampoco es una medida tan sencilla, porque supone un coste económico alto y también un procedimiento técnico largo tanto su apagado como su reinicio.

Por su parte en Pretensados Campo, otra de las fábricas del grupo, se hallan ante un problema similar porque no les llega cemento suficiente para la fabricación de cemento.

La decisión sobre qué se hará en ambos casos se prevé que se adopte de forma inminente.