La bajura de la ría de Pontevedra protesta por segunda vez en un año, ahora por el valor del gasoil

Marcos Gago Otero
marcos gago PONTEVEDRA / LA VOZ

PONTEVEDRA

El puerto de Bueu
El puerto de Bueu M.G.

Los barcos amarrados a tierra refuerzan la parálisis de los puertos por la huelga del transporte

22 mar 2022 . Actualizado a las 04:47 h.

La flota de bajura de la ría de Pontevedra se sumó ayer masivamente a la movilización contra los precios del combustible convocada por las cofradías españolas. Es la segunda protesta en un año para el sector pesquero de la comarca, que en marzo del 2021 se concentró en el mar frente Bueu, Combarro y Sanxenxo. Hace un año, se protestaba por los cambios en el reglamento europeo sobre el control de la pesca artesanal. No es frecuente que se produzcan estas acciones conjuntas en la ría, lo que avala la importancia que los afectados le están dando a las circunstancias que motivan estas quejas.

Así pues, este lunes las cofradías se sumaron a la oleada de protestas de diversos sectores que reclaman medidas prácticas contra las consecuencias económicas de la escalada de los precios del gasoil y la gasolina. La estampa de los barcos amarrados ayer reforzó la imagen de parálisis que se evidencia en puertos como Marín desde que hace una semana comenzase la huelga del transporte.

Hasta el momento, los puertos autonómicos habían mantenido un buen nivel de actividad, frente a lo que ocurría en Marín, Vilagarcía o Vigo, donde los problemas se concentraban —y todavía lo siguen padeciendo— las empresas y los exportadores al carecer de transportistas para el traslado de sus mercancías. Ahora son los pescadores los que impulsan una protesta sectorial que gozó de un seguimiento ampliamente mayoritario.

Puerto a puerto

En Bueu, el patrón mayor, José Manuel Rosas, explicó que el enmalle, el cerco, los barcos de recursos específicos como el erizo y también los percebeiros se quedaron en tierra. Solo salieron al mar algunos de los barcos naseiros para asegurar bien sus nasas en el mar.

En Portonovo, la flota local también amarró. El patrón mayor Juan José Besada precisó que la lonja no se podía cerrar por ley, pero añadió que no esperaba apenas actividad. En las cofradías del fondo de la ría, solo salieron al mar seis de más de treinta barcos del marisqueo a flote, según indicó Iago Tomé, patrón mayor de Raxó. Las mariscadoras de a pie sí bajaron a las playas. Al sur, en la ría de Vigo, los barcos de a flote de la cofradía de Vilaboa permanecieron amarrados.

Por su parte, los barcos pontevedreses que participan en la campaña de la caballa se encuentran ya en el Cantábrico o muy próximos a entrar en este caladero, al que llegaron tras viajar el fin de semana. Es previsible que participen en la huelga que también tiene un gran seguimiento en A Mariña lucense y en las costas asturianas, cantábricas y vascas.

En cuanto al puerto de Marín, no se pudo hacer una valoración concreta del impacto del paro porque los lunes no hay subasta. Marín apenas cuenta en la actualidad con barcos de bajura. Desde Opromar señalaron que el arrastre del litoral de Galicia y de la costa de Portugal sí se hizo a la mar para trabajar. Estos buques descargan en las lonjas de Marín y Vigo.

Los polígonos siguen en mínimos, aunque algo de cereal se pudo mover el sábado

Los polígonos industriales, las naves del puerto de Marín y las grandes empresas de la comarca de Pontevedra mantuvieron este lunes nuevamente su actividad bajo mínimos, ante la presión de la huelga de transportistas. En esta jornada no hubo piquetes a la entrada de áreas empresariales como O Campiño, porque las movilizaciones se llevaron a ciudades como A Coruña, Santiago o Vigo, pero esta circunstancia no supuso un respiro a las empresas afectadas en Pontevedra. Firmas como Harinas Reyes siguieron sin tener actividad, con su personal de vacaciones y sus camiones parados.

En el puerto de Marín, hubo movimiento de camiones el fin de semana, en un acuerdo provisional que permitió la salida del recinto de bañeras cargas de cereal destinadas a varios fabricantes de piensos en el interior de Galicia, sobre todo en la comarca de Deza. No obstante, fuentes de Nogar confirmaron que ayer se frenó esta vía de trabajo. Otras empresas asentadas en el puerto marinense experimentaron las mismas dificultades operativas.

Otras empresas situadas fuera de áreas industriales o portuarias, como por ejemplo Pescamar, en Poio, pudieron recibir algunos suministros de materiales imprescindibles para su producción. En Ence también se están sufriendo las consecuencias del freno de la entrada y salida de camiones.