El salto de Feijoo en clave local

PONTEVEDRA

Alberto Núñez Feijoo ,con el alcalde de Pontevedra., Miguel Anxo Fermández Lores, el pasado 22 de febrero
Alberto Núñez Feijoo ,con el alcalde de Pontevedra., Miguel Anxo Fermández Lores, el pasado 22 de febrero CAPOTILLO

Posibilitará que Alfonso Rueda presida la Xunta; que Rafa Domínguez disponga de una sinergia en las próximas municipales y, en remoto, quizás un atajo para Ence

06 mar 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

El salto de Alberto Núñez Feijoo a Madrid para hacerse con la presidencia nacional del Partido Popular, convertirse en el jefe de la oposición y, por tanto, ser el próximo rival electoral de Pedro Sánchez en la pugna por la presidencia del Gobierno de España, trae varias consecuencias en clave pontevedresa. Hay y habrá otras, pero permítanme que hoy me centre en las tres que enumero a continuación.

La primera, la más inmediata, convertir a un pontevedrés, Alfonso Rueda Valenzuela, en el próximo presidente de la Xunta de Galicia. La segunda, más diferida, el tirón de Feijoo estimulará las posibilidades electorales de candidatos del PP a alcaldías hasta ahora inalcanzables, como sería el caso de Rafa Domínguez en Pontevedra, en las municipales de mayo de 2023. La tercera consecuencia del aterrizaje de Feijoo en la alta política nacional, es más remota pero no imposible: caso de ser investido como presidente del Gobierno de España después de las generales que también aguardamos en 2023, produciría un nuevo enfoque del asunto Ence.

Rueda, presidente

Me decía uno de los cargos públicos del PPdG que asistió a la junta directiva del pasado miércoles en el Multiusos del Sar, que «hay abrazos y abrazos», pero el que se dieron de modo continuado Alberto Núñez Feijoo y Alfonso Rueda «tuvo mensaje, dijo todo» según apreciaron los que estaban allí.

Como a mi interlocutor, a mí tampoco me cabe la menor duda de que Feijoo tiene decidido que el próximo presidente de la Xunta de Galicia será Alfonso Rueda. El pontevedrés de 53 años, lleva desde 2006, a su lado. En la cúpula del PP de Galicia, con cuatro mayorías absolutas encadenadas. Y formando parte de los cuatro gobiernos, como mano derecha del presidente Feijoo. Hoy en día es vicepresidente primero de la Xunta, cargo que señala una prelación clara. Será Alfonso Rueda quien tendrá el cometido de completar la legislatura autonómica que habrá de expirar en el verano de 2024. Hasta el momento en que reciba el testigo, será Feijoo quien maneje los tiempos. Presumiblemente habrá un primer plazo que concluirá cuando Feijoo decida que basta de compatibilizar su nuevo estatus nacional en el PP y la presidencia de la comunidad autónoma. En el transcurso del mes de abril Feijoo renunciará a la presidencia de la Xunta y se aplicará la legislación vigente que determina que el nuevo candidato a la investidura ha de ser uno de los 42 diputados del PP en la cámara autonómica. Feijoo señalará a Rueda y no habrá discusión. Al nuevo presidente le corresponderá formar nuevo gobierno, momento en el que veremos si se aplica un principio de continuidad o bien si habrá margen para cambios. En ese caso, quizás, haya aumento de la cuota pontevedresa de conselleiros.

Otra cuestión bien diferente es quién quedará al frente del Partido Popular de Galicia. La presidencia regional del PP ha sido ostentada siempre por el jefe de filas (Albor, Fraga, Feijoo…) sin que haya existido una bicefalia. ¿Ocurrirá lo mismo? Aquí tengo más dudas. Lo más saludable en términos democráticos para el PP gallego sería que hubiera un congreso y una votación que resolviera la sucesión en la jefatura del partido.

Domínguez gana concejales

Los nombres de los candidatos que postulará el PP en 2023 a las principales alcaldías de Galicia están en el aire, salvo dos muy decididos y claros: Marta Fernández-Tapias en Vigo y Rafa Domínguez, en Pontevedra. El caso del médico internista que se estrenó en 2019 como póster electoral en esta capital con un meritorio resultado de 9 concejales cuando venía de vaticinios infinitamente peores, puede verse favorecido por el papel que juegue Núñez Feijoo a partir de abril y las sinergias que genere. Por lo menos nunca a peor. Seguro que no estará tan perjudicado como el descalabro que hubiera supuesto que continuase la dirección anterior del PP nacional y que se hubiese agravado la confrontación entre los Casado-García Egea versus Díaz Ayuso. De puertas adentro, en el PP local llegaron a calcular que podrían perder tres o cuatro concejales.

Si ahora los sondeos nacionales empiezan a dar un alza del PP en intención de voto en todo el Estado, esa marea positiva podría hacer ganar algunos potenciales concejales al Partido Popular en Pontevedra. Aunque es sabido que municipales y generales se mueven con criterios de voto diferenciados. Pero el desgaste del BNG y de Lores después de 24 años, que ya señalan diversas encuestas, debería asomar en 2023, de modo que PSOE y PP pesquen en río revuelto.

Hipótesis Ence

En la misma semana en que se ha sabido que el Tribunal Supremo admitió a trámite el recurso de Ence a una de las sentencias de la Audiencia Nacional que limitaría su permanencia en Lourizán, Feijoo anunciaba el salto a Madrid. Desde la perspectiva de la compañía pastera y su entorno creo que piensan que podría ser más decisiva y rápida la hipótesis de tener un presidente más proclive que aguardar al pronunciamiento del alto tribunal.

Con Feijoo en Moncloa y Rueda en San Caetano, Ence esperaría que la solución por la que ya porfían ambos para adscribir a la Autoridad Portuaria los terrenos que ocupa la fábrica pudiese prosperar como atajo para esquivar la presión judicial.