El segundo tripulante del New Polar niega en la Audiencia de Pontevedra conocer al resto de acusados por el alijo de cocaína

Alfredo López Penide
López Penide PONTEVEDRA / LA VOZ

PONTEVEDRA

ADRIÁN BAÚLDE

Otro encausado expuso no tener capacidad económica para movilizar un contenedor con droga o adquirir los treinta kilos de cocaína en roigen

26 ene 2022 . Actualizado a las 15:30 h.

La del 2019 fue la última marea de Luis Piñeiro antes de jubilarse. Ante los magistrados de la Audiencia de Pontevedra, este martes volvió a reiterar que no tiene nada que ver con el alijo de treinta kilos de cocaína que la Guardia Civil intervino aquella primavera a bordo del New Polar, en cuya cocina estaba empleado junto al también acusado Manuel Martínez.

De hecho, excepto a este último, sostuvo que no conoce a ninguno del resto de acusados. «No tenía ni idea de esto», aseguró, así como remarcó que «no conocía ni a esta gente, ni a nadie, ni a la Guardia Civil».

A diferencia de Luis Piñeiro y Manuel Martínez, los otros tres acusados que declararon este martes declinaron contestar a las preguntas del fiscal antidroga y se limitaron a contestar a sus abogados —el uruguayo Rodolfo Román ni eso, ya que su letrado rechazó plantearle cuestión alguna—. De este modo, Luis Carlos Vázquez sostuvo que se único contacto con Manuel Martínez fue que este se comprometió a conseguirle un trabajo en su barco, pero «era mentira. Dicíame ‘‘espera, espera'' e nada».

En el transcurso de su comparecencia, mantuvo que no tiene capacidad económica para adquirir treinta kilos de cocaína, ni para mover contenedores en los que transportar la droga, pero ni siquiera para adquirir un teléfono satelital. A la hora de exponer su situación económica que le ha llevado a vivir en casa de su madre, aludió a que se desplaza en un Renault Clio que tiene veinte años, es propiedad de esta última y que, cada poco, le obliga a detenerse para echarle agua. «Tiven que pedir cartos para vir aquí», añadió.

El también uruguayo Alfonso Sanmartín aclaró que los más de ocho mil euros en efectivo que le fueron intervenidos en su domicilio de Poio era dinero del negocio de hostelería que regentaba tratándose, según declaro, de cantidades que iba a destinar al pago de salarios y facturas.

En principio, hoy está previsto que preste declaración el último de los encausados, Adrián Brea, y arranquen los interrogatorios a los testigos e investigadores.