Un vestigio tecnológico de la segunda mitad del pasado siglo XX

Alfredo López Penide
López Penide PONTEVEDRA / LA VOZ

PONTEVEDRA

Ramón Leiro

Las últimas veintitrés cabinas telefónicas de Pontevedra tienen las horas contadas

20 ene 2022 . Actualizado a las 11:09 h.

Muchas están en un evidente estado de abandono e inoperativas, algunas se han convertido en escaparates para toda clase de anuncios, pintadas y reivindicaciones, y otras aún funcionan aunque el número de usuarios decae día tras día, al tiempo que están expuestas a los amigos de lo ajeno y los vándalos. Lo cierto es que la petición cursada estos días por la asociación Centro Comercial Urbano Zona Monumental para que se acelere la retirada de las cabinas telefónicas situadas en los entornos de las plazas de Curros Enríquez y de A Peregrina ha puesto sobre la mesa su situación. Más si cabe, si se tiene en cuenta que desde el 1 de enero ya no se considera un servicio universal, lo que determinará que, previsiblemente, durante el segundo semestre del año comiencen a ser retiradas.

Hasta ahora la Ley de Telecomunicaciones establecía como obligatorio que existiese un teléfono público de pago en aquellas localidades con más de un millar de habitantes. Sin embargo, con la entrada del nuevo año se elimino esto y comenzó la cuenta atrás de las 268 cabinas que, con fecha de 1 de noviembre del 2021, tenía contabilizadas Telefónica en la provincia de Pontevedra.

Veintitrés de ellas se ubican en distintos puntos del término municipal de la ciudad del Lérez y su estado de conservación es muy dispar. Mientras algunas, como las situadas en el entorno de García Camba, en principio, suelen estar operativas, otras presentan un aspecto de abandono «e a imaxen que dan é bastante lamentable», sostienen desde CCU Zona Monumental en relación a las existentes en el casco histórico. En este sentido, y tras incidir en que Telefónica ya «deixou de estar obrigada a manter as cabinas telefónicas —la compañía de telecomunicaciones era la responsable del mantenimiento de estas cabinas—», lamentaron que «na nosa zona monumental xa fai anos que non facían este mantemento».

Presencia en la comarca

Pese a su más que inminente desaparición, lo cierto es que las cabinas siguen formando parte del paisaje urbano de los concellos de la comarca, donde, eso sí, su estado de conservación varía. Y, en otros casos, su retirada se produjo ya hace algunos meses, como la que estaba instalada en la Praza do Pazo, en pleno centro de Sanxenxo, y que, a decir de los vecinos, ya no daba servicio. En este municipio persisten, al menos, dos cabinas más, una delante del Mercado y otra en Portonovo, en las proximidades de Servizos Sociais.

También fue retirada la de la plaza de España de Ponte Caldelas cuando se remodeló esté emblemático espacio. Y, en principio están sin servicio, algunas de las de Poio, donde fuentes municipales aludieron a las de Raxó y Combarro, al tiempo que señalaron que, por lo que tenían entendido, solo sirven como escaparates publicitarios. En este mismo municipio, los vecinos señalan, a mayores, la de la rúa Beiramar, en Campelo.

Por su parte, la que se encuentra a escasos metros del Concello de Campo Lameiro no funciona, al igual que ocurre con la de Carballedo en Cerdedo-Cotobade, donde los residentes ni recuerdan cuando fue la última vez que pudieron realizar llamadas —por su parte, Cerdedo carece de cabina—, mientras que en Marín, la emplazada delante de Correos ha dado servicio a varias generaciones de marinenses, aunque a buen seguro que las más recientes se hayan preguntado cual es su función. Y es que la expansión de la telefonía móvil se encuentra en el origen de la paulatina decadencia de este servicio de telefonía pública que en breve iba a cumplir cien años de existencia, un aniversario que ya no se podrá conmemorar.

Desde la propia Telefónica recordaron que fue a finales de los años veinte, concretamente en 1928, cuando se instaló el primer teléfono público «en la caseta del por entonces Viena Park (hoy Florida Park), en el parque de El Retiro de Madrid. Era un aparato que estaba emplazado dentro de una suerte de cajetín, que se abría para acceder al teléfono. Aún no era el concepto de cabina que conocemos, pero sí tenía una importante novedad. No necesitaba que una operadora estuviera delante del teléfono y controlara la extensión de la llamada».

La primera cabina propiamente dicha, tal cual la conocemos ahora, no fue una realidad en España hasta 1963, década en la que se generalizaron por todo el país. «Las cabinas ya están a la intemperie (...).Ya no son un cajetín sino que son una carcasa entera donde tú te metes dentro», recoge, por su parte, Pablo Soler, uno de los autores del blog Historias de la Telefonía en España.

En cuanto a su falta de uso, desde Telefónica resaltaron el hecho de que, a lo largo del 2020, se registraron una media diaria de 0,17 llamadas en las 14.824 cabinas que entonces se contabilizaban en toda España.