En todo caso, dejó claro que «non deixa de ser significativo» que solo haya sido la Diputación de Pontevedra, entre más de cuarenta administraciones e instituciones invitadas, la que manifestara su «oposición rotunda» y la «imposibilidade de asumir» su requerimiento. Es por ello que Nava Castro lamentó que esta decisión rompiese el tradicional uso compartido del stand. «Eu non sei a quen lle pode molestar que se reserven 5 asentos de 37 salvo que o que se busque sexa unha política de confrontación, unha vez máis».