«Pido un iPhone 13 y 2.800 pavos para mis papis»: el misterio de una carta a Papá Noel en Combarro

María Hermida
María Hermida PONTEVEDRA / LA VOZ

PONTEVEDRA

Capotillo

Mari Carmen García montó una súper decoración delante de su vivienda, con buzón incluido, y le dejaron una misiva bien curiosa, que ella leyó e hizo llegar a Laponia

28 dic 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

Combarro, famoso por sus hórreos, sus callejuelas y su olor a mar, es un pueblo que se presta para ser un cuento navideño. Las luces y adornos casan bien con sus viejas casas de piedra y sus rincones llenos de encanto. Sin embargo, este año, a algunos vecinos les pareció que el Concello de Poio, al que pertenece Combarro, no lo decoró lo suficiente. Al menos así lo cree Mari Carmen García Camiño, que vive en una de esas callejuelas del casco antiguo y que sufría por ver la zona con tan poco espíritu navideño. Hasta que un día, empujada por su hija de 26 años «pero que vive la Navidad como si fuese una niña», se puso manos a la obra para decorar su fachada. Puso un árbol en el balcón. Y rellenó un traje de Papá Noel para que pareciese que el señor mágico de Laponia estaba allí, sentado en un banco delante de su casa, esperando a que alguien se fotografiase con él. Dice que sus ornamentos tuvieron un éxito descomunal: «La gente ya se saca fotos aquí todo el año, porque la casa suele estar decorada con flores y tengo un banquito delante. Pero en Navidad muchísima gente se vino a hacer fotos con el Papá Noel». También decidió que iba a ser ayudante de Papá Noel y puso un buzón navideño para que le dejasen ahí las cartas, que leyó e hizo llegar a Laponia. En esas estaba, leyendo las misivas, cuando se llevó una sorpresa que le hizo reírse de lo lindo. 

Hasta el buzón de Mari Carmen llegaron cinco cartas para Papá Noel. Todas ellas estaban escritas en un tono muy tierno e infantil, con peticiones realmente entrañables. Pero hubo una que le causó sorpresa: «Ponía que pedía un iPhone 13 y 2.800 pavos para sus papis, la verdad es que me reí un montón cuando lo leí». Acto seguido, Mari Carmen, muy activa en las redes sociales, lanzó una pregunta en su Facebook. Quería comprobar si Papá Noel realmente había sido tan generoso y le había traído los 2.800 euros y el teléfono al niño o si el deseo cayó en saco roto. 

De momento, no sabe a quién correspondía la carta, aunque alguna pista sí tiene. Mari Carmen no sabe si realmente la misiva sería un deseo infantil o una broma de algún papá. Si es este último caso, ella le da rienda suelta a la comedia y responde: «Que me digan si trajo los 2.800 euros, que si es así ahora monto delante de casa los tres Reyes Magos y yo también les pido dinero».

Bromas aparte, tras la experiencia de la decoración de Papá Noel, Mari Carmen ya está pensando en buscar unos trajes de pajes para ornamentar su casa para el día de Reyes. Además, dice que la idea cundirá en Combarro: «Hay más vecinos que me dijeron que el año que viene también adornarán, que le he dado un toque muy navideño al pueblo».