El estrella Michelin Pepe Vieira proyecta una churrasquería en un edificio histórico de Pontevedra

Nieves D. Amil
nieves d. amil PONTEVEDRA / LA VOZ

PONTEVEDRA

CAPOTILLO

La iniciativa reconvertirá los tres pisos del edificio Varela, en la plaza de Curros Enríquez, en «un restaurante de familia para todos los públicos»

28 dic 2021 . Actualizado a las 18:57 h.

La céntrica plaza de Curros Enríquez de Pontevedra cambiará su fisonomía en poco más de un año con la puesta en marcha de una churrasquería del estrella Michelin Pepe Vieira. Los propietarios de la antigua ferretería Varela, cerrada desde el 2016, llegaron a un acuerdo con el cocinero para que pueda abrir un «restaurante de familia para todos los públicos» en el horizonte de la próxima Navidad. «Buscamos sublimar lo que es el concepto de churrasquería, es un tipo de negocio que solo existe en Galicia. Son lugares populares para disfrutar con la familia, así que intentaremos llevar a cabo la modernización de este concepto», explica Pepe Vieira sobre su último proyecto gastronómico. Estos días trabaja con el estudio de arquitectura el interiorismo de un local que reactivará una plaza que en los últimos años se había quedado algo coja con demasiados bajos vacíos.

El cocinero con estrella Michelin reconoce que la idea de montar este nuevo concepto de restaurante en la antigua ferretería Varela fue casi un amor a primera vista, una especie de flechazo que no podía dejar escapar. «No buscábamos nada, quizás ni siquiera es el mejor momento para esto, pero hay cosas que no se pueden dejar escapar. Era una oportunidad única que pasa pocas veces, o te subes a ella o la dejas pasar», explica Pepe Viera. Él optó por subirse y encontró en la familia Varela el beneplácito. «La propiedad siempre ha querido que el edificio se abriese a la ciudad. Esa es mi voluntad y la de ellos», apunta el cocinero, que reconoce que «es una plaza con mucha vida, un lugar espectacular que va a ayudar a que haya más vida».

La iniciativa ha echado a andar y está previsto que hoy vaya a la comisión de urbanismo del Concello de Pontevedra. Hasta ahora era solo un proyecto, pero el avance de la burocracia lo convierte ya en una realidad, que espera empezar a levantarse en un par de meses. Cuando el equipo de Pepe Vieira entró en la vieja ferretería Varela empezó a dibujar las primeras ideas del nuevo restaurante. «En ningún momento me planteaba otro negocio en Pontevedra, pero si lo llevo a cabo es porque Varela es un espectáculo», puntualiza antes de describir en qué se convertirá el edificio de la antigua ferretería.

La planta baja estará dedicada al tapeo, con mesas altas y una especie de terraza interior. «Es una zona para tomar unas cañas y picar algo, es una zona desenfadada», explica el cocinero que tiene su restaurante con estrella Michelin en Camiño da Serpe, en Poio. Al igual que en todos sus restaurantes, la cocina es el epicentro sobre la que gira el servicio. Aquí esperan obtener el mismo resultado. «La cocina estará en la segunda planta, se podrá ver porque queremos que sea parte de ese atractivo, es el motor del restaurante», puntualiza Pepe Vieira, que dejará la última planta del edificio para el comedor: «Es la parte más noble».

Mantendrá el nombre

La futura churrasquería mantendrá el mismo nombre que tenía la ferretería. Seguirá siendo Varela, pero falta concretar el concepto que seguirá a este nombre. «Lo que está claro es que será un restaurante que girará alrededor del fuego, de las llamas y del humo, que lleve la cocina a su origen», explica el cocinero, que busca rememorar la esencia de un negocio que pudo tener su origen en la inmigración, en los asados argentinos.

«El restaurante va a ocupar las tres plantas y por tanto, tendrá una capacidad brutal. El espacio conserva ese carácter industrial, es un lugar increíble que en cuanto lo ves, te enamora», reconoce el cocinero, que mantendrá este negocio al mismo tiempo que el Ultramar, en el bajo del Museo de Pontevedra. «Tendremos los dos activos, serán negocios compatibles, al mismo tiempo que competencia, algo que será bueno para ambos», concluye el chef sobre un proyecto que arrancará en las próximas semanas.

Un entorno en el que se cerraron o trasladaron muchos negocios con historia 

El proyecto de Pepe Vieira para la céntrica plaza de Curros Enríquez devolverá algo de vida a una zona que en los últimos años vio como algunos negocios con historia cerraban sus puertas y dejaban vacíos bajos que mantuvieron su actividad durante décadas. La ferretería Varela en el 2016 fue una de las primeras, seguidas de la farmacia Esteban y Peral Moda. Esta última cerró sus puertas en el 2018 después de vivir épocas doradas en la que llegó a tener hasta cuatro locales abierto en la misma plaza. La crisis le había obligado a reorganizarse y, cuando cerró hace tres años, ya solo tenía operativo un edificio.

Un año después, a finales del 2019, la puntilla a la plaza de Curros Enríquez se la dio la marcha de la Farmacia Esteban, cuyos dueños ya había echado el cerrojo a la droguería La Moderna. Trasladaron la botica a la avenida Buenos Aires y desde entonces, ambos bajos permanecen cerrados a la espera de nuevos inquilinos. Pese a estos cierres también hay negocios que se pusieron en marcha, como La Nata, o Artesa, en los primeros metros de la calle Don Gonzalo, donde Lidia Fariña da rienda suelta a su creatividad gastronómica con desayunos y postres que se han hecho con una buena clientela en poco tiempo.

La mayoría de los locales en activo de la plaza de Curros Enríquez siguen siendo negocios de hostelería, algunos de ellos que se pusieron en marcha después de la reforma urbana en los primeros años del siglo XXI, cuando abrieron restaurantes como el Burger King, en los bajos del edifico del Casino Mercantil, o el Borona, en la entrada ya de la calle Real.