Carmen Maquieira Canosa, afincada en Córdoba pero siempre pendiente de sus padres, que viven en Galicia, falleció a los 54 años
13 dic 2021 . Actualizado a las 17:10 h.Esta tarde de lunes, en la parroquia pontevedresa de San Vicente de Cerponzóns, se celebra el funeral de Carmen Maquieira Canosa (Pontevedra, 1967). Familia, amigos y vecinos despiden así a una mujer de la que estaban bien orgullosos, ya que, además de una persona excepcional, fue una premiada profesional de la medicina. Era traumatóloga y ejercía su actividad en la ciudad andaluza de Córdoba, donde se había afincado. Falleció a los 54 años de edad tras unos meses de dura enfermedad.
Carmen Maquieira Canosa nació, efectivamente, en la parroquia pontevedresa de Cerponzóns. Estudió después en la facultad de Medicina de Santiago de Compostela, donde se licenció en el año 1993. Era especialista en Cirugía Ortopédica y Traumatología desde el año 2003 y los derroteros laborales la habían llevado hasta Andalucía. Residente en Pozoblanco (Córdoba), era una de las facultativas de la Unidad del Aparato Locomotor del Área Sanitaria Norte de Córdoba.
Este año, en el 2021, alcanzó un importante hito laboral. En el mes de marzo, la Sociedad Andaluza de Traumatología y Ortopedia le dio un premio, junto a varios compañeros, por un trabajo de investigación titulado Estudio epidemiológico de la Fibrosis Glútea en el Área Sanitaria Norte de la provincia de Córdoba.
La importancia de este galardón y de la investigación llevada a cabo le valió el reconocimiento de muchísimos compañeros y el agradecimiento de muchos pacientes, que a través de las redes sociales ponían en valor el trabajo hecho por la doctora Maquieira y los demás profesionales.
En Pontevedra, en su tierra de Cerponzóns, Carmen no era tan conocida por su labor profesional como por el amor que destilaba hacia su familia. Así, amigos y vecinos suyos señalan que, pese a la distancia, en cada fecha importante ella cruzaba el mapa de España para estar en los suyos, bien fueran las fiestas parroquiales o la Navidad. Igualmente, se le recuerda por estar siempre pendiente de sus padres, mayores y enfermos.Una vecina afirmaba que ante un simple catarro de cualquiera de ellos estaba siempre dispuesta a hacer miles de kilómetros para ayudarles. En Pontevedra, además de sus padres, viven también su hermana, sus sobrinos y su ahijada.