La rebelión de ocho regidores; qué hay tras la tensión en el PSOE pontevedrés

De arriba a abajo o viceversa, pocos socialistas gallegos eran ayer ajenos a la información publicada por La Voz en la que ocho alcaldes del PSOE pontevedrés reclamaban «otra forma de hacer política en la provincia». Es decir, en la que discrepaban abiertamente con los suyos, que son quienes ostentan la presidencia de una institución tan clave como la Diputación de Pontevedra. La reacción generalizada a este movimiento de los ocho regidores era de sorpresa total y absoluta. Lo decía, a primera hora de la mañana, el ganador de las últimas elecciones primarias del PSOE en Galicia, Valentín González Formoso, que indicaba que él está centrado en la formación de la ejecutiva gallega y que desconocía este movimiento de alcaldes. Otros regidores, también del PSOE y también de la provincia, reconocían que les cogió con el pie cambiado esta corriente. Algunos preferían no opinar al respecto. Otros sí lo hacían. Y algunos más reclamaban saber más sobre lo que puede considerarse una crisis interna. A continuación, algunas claves para entender esta rebelión de los alcaldes y el contexto en el que se produce.

 ¿Cuántos alcaldes tiene el PSOE en Pontevedra y cuáles han discrepado?

El PSOE tiene actualmente 23 alcaldías en la provincia de Pontevedra, entre ellas las de dos ciudades, Vigo y Vilagarcía. Los alcaldes discrepantes son un total ocho —Cuntis, Ponte Caldelas, Vilaboa, A Illa, Gondomar, Baiona, Tui y Fornelos de Montes— y todos pertenecientes a municipios de menos de 20.000 habitantes. Eso sí, algunos de los regidores que discrepan de la política que se está haciendo en la provincia cuentan con mayoría absoluta, como Fornelos, Ponte Caldelas, Gondomar o Cuntis.

 ¿En qué se concreta su crítica al partido?

No se trata de un crítica al secretario provincial, David Regades. De hecho, los discrepantes ni siquiera pronuncian su nombre. Ni tampoco el de ningún otro cargo. Lo que critican es la manera en la que se están haciendo las cosas, sobre todo en lo que tiene que ver con la financiación local. Discrepan en algunas cuestiones como el reparto de fondos de la Diputación. Por ejemplo, el alcalde de Ponte Caldelas señaló que se firman convenios para financiar proyectos en Vigo y Pontevedra, y que cree que la entidad provincial debería centrarse más en los ayuntamientos de menor tamaño. Puso como ejemplo la forma de hacer las cosas de la Diputación de A Coruña, también del PSOE. En la misma línea, otros regidores, como los de Cuntis o Vilaboa, señalaron que la Xunta no trata igual a todos los concellos, que las inversiones son muy superiores en los del PP, y la Diputación, que hace un reparto con criterios objetivos e iguales para todos, sin importar el color político, no ayuda a corregir esa desigualdad.

 ¿Qué opinan otros regidores o cargos socialistas pontevedreses?

Aunque todos estaban informados de lo sucedido con los citados ocho alcaldes, casi ningún regidor quiso pronunciarse al respecto. Rechazaban valorar esta tensión o crisis interna los regidores de Vilagarcía, Silleda, A Guarda, Salceda de Caselas o Caldas. El veterano alcalde de Catoira, Alberto García, tiraba de elocuencia y señalaba: «¡Esto es el mundo al revés, los alcaldes no nos metemos en esas cosas!». La alcaldesa de Meis, Marta Giráldez, sí indicaba que no le veía sentido a este movimiento por parte de sus compañeros, ya que indicaba que hay canales internos para hacer crítica y proponer cuestiones: «Hai pouco houbo un comité provincial e non vin a estes alcaldes alí. É certo que os cartos para os concellos sempre son poucos, pero a miña experiencia coa Deputación é que cada vez que preciso algo tratan de axudarme, nunca me pecharon a porta, ao contrario». Y en la misma línea se postuló Tino Fernández, teniente alcalde de Pontevedra: «Están en su derecho de opinar, pero pudieron hacerlo en el comité provincial», enfatizó.

 ¿Qué dice la dirección provincial?

Preguntado por esta cuestión, el secretario general del PSOE pontevedrés, David Regades, decidió mantener silencio absoluto.

«O PSdG non é dun minisindicato de alcaldes»; el gran tirón de orejas a los mandatarios 

Si tanto la dirección provincial del PSOE como los regidores consultados por La Voz decidieron o mantener silencio o postularse con mucha mesura y prudencia con respecto al movimiento de los ocho regidores que criticaron a su propio partido, todo lo contrario ocurrió con Paloma Castro, diputada autonómica y miembro de la dirección en funciones del PSOE gallego, es decir, del equipo de Gonzalo Caballero. Paloma Castró sí criticó ferozmente a los ocho alcaldes discrepantes. En una nota de prensa muy dura, les espetó: «O PSdeG non é dun minisindicato de alcaldes, senón que é a militancia a que decide».

Con esta frase hacía alusión a que en la provincia de Pontevedra fue Gonzalo Caballero el que ganó las primarias y, dado que estos alcaldes discrepantes apoyaron a Valentín González Formoso, ella da por hecho que sus críticas responden a «movementos dos que perderon na provincia para buscar postos na executiva galega». En la misma línea, manifestó: «Detrás dese grupo de alcaldes non se perfila proxecto político, senón que máis ben parecen derivarse intereses concretos nos procesos orgánicos».

 A las puertas del congreso

Las declaraciones de Paloma Castro hay que entenderlas teniendo en cuenta el momento que vive el PSOE en Galicia, a las puertas de su congreso gallego y de conocer la ejecutiva que dirigirá Valentín González Formoso. Igualmente, en breve tendrán que celebrarse también las elecciones primarias en la provincia para renovar la ejecutiva. Por tanto, no es un momento tranquilo. Castro insistió por pasiva y activa en que Caballero ganó las primarias en la provincia y llamó a «remar entre todos e todas para seguir construíndo un partido forte nesta provincia».

---

---

---