La Audiencia de Pontevedra ordena la expulsión de un camello de origen dominicano

Alfredo López Penide
López penide PONTEVEDRA / LA VOZ

PONTEVEDRA

Ramón Leiro

La sentencia destaca «las contundentes declaraciones» de los policías locales que presenciaron una venta de cocaína

27 oct 2021 . Actualizado a las 13:22 h.

Faltaban apenas unos minutos para las ocho y media de la tarde del 13 de septiembre de hace dos años cuando los integrantes de una patrulla de la Policía Local de Pontevedra observaron lo que, en principio, parecía una venta de droga. De este modo, presenciaron como, en la calle Doctor Loureiro Crespo, un joven le entregaba a una clienta dos pequeños envoltorios a cambio de 50 euros.

La sentencia, datada a principios de junio pasado pero conocida ahora, establece que esos envoltorios «contenían 0,804 gramos de cocaína, con una pureza del 56,18 % y un valor de 127 euros».

De este modo, se condena al sospechoso, oriundo de Santo Domingo, en la República Dominicana, sin antecedentes y con residencia legal en España, a un año y medio de prisión y multa de 127,83 euros como responsable de un delito contra la salud pública. En este marco, y teniendo en cuenta que la resolución no es firme, la Audiencia de Pontevedra acuerda «la sustitución de la pena de prisión por su expulsión del territorio español, al que no podrá regresar durante un período de cinco años, salvo que acredite un especial arraigo en España».

A la hora de establecer la culpabilidad del encausado, los magistrados refieren que el hecho de que este hubiera vendido las dos dosis de cocaína ha quedado acreditado «con las contundentes declaraciones de los agentes de la Policía Local de Pontevedra (...) que afirmaron haber presenciado el intercambio». En este sentido, durante la vista oral explicaron que el joven dominicano era «una persona de interés policial, porque tenían referencias de que se dedicaba al trapicheo de sustancias estupefacientes», así como precisaron que pudieron observarlo manejando el móvil y en actitud nerviosa, como si estuviera contactando con alguien», por lo que decidieron seguirle.

De este modo, en un determinado momento, entabló contacto con una mujer, caminaron un trecho juntos y se pararon, instante en el que se habría producido la transacción. A este respecto, los agentes aseguraron que «vieron tal intercambio con total claridad» porque estaban situados a apenas uno o dos metros detrás de ellos y porque «no mostraron ningún disimulo».

Los agentes, posteriormente, siguieron a la compradora y la interceptaron interviniéndole la droga. Precisaron que no la perdieron de vista en ningún momento.