Las pensiones en la comarca de Pontevedra subirán entre 15 y 26 euros: estos son los concellos donde más notarán el alza
PONTEVEDRA
Más de tres mil vecinos del área pontevedresa que cobran pagas no contributivas tendrán un incremento de unos 40 euros mensuales en el 2022
24 oct 2021 . Actualizado a las 05:00 h.En enero, las pensiones subirán en España más que nunca en los últimos años. Lo harán a cuenta de la inflación, que se ha disparado sobremanera, y también porque se ha decidido ligar las jubilaciones al IPC, tal y como reclamaban los mayores a pie de calle. ¿Qué significa esto en dinero? Los pronósticos, que pueden variar e incluso mejorar un poco, indican que la subida se situará en torno al 2,3 %, es decir, de media las pensiones aumentarán 25 euros. En Pontevedra y su área de influencia, la subida, concretamente, abarcará una horquilla de entre 26 y 15 euros. ¿Por qué hay tanta diferencia? Porque depende del importe medio de las pensiones en cada municipio. Es decir, los que más cobran son los que más notan ese incremento, con la excepción de las pagas no contributivas, que se elevarán más de ese 2,3 % citado para intentar equilibrar la situación y que las personas con importes más bajos puedan sobrellevar mejor el alza de la electricidad, los carburantes o los precios en general.
En la comarca de Pontevedra, de media, los pensionistas con mejores pagas son, por este orden, los de Bueu, Marín, Pontevedra y Poio. Las pensiones medias en todos estos concellos están ya por encima de los mil euros. Y las subidas que experimentarán ahora se sitúan alrededor de los 25 y 26 euros mensuales. El caso más destacado es el de Bueu, donde con el alza prevista la pensión medida pasará a ser de 1.138 euros al mes.
Luego está un pelotón de municipios intermedios, donde con la subida las pensiones (siempre se habla de medias, lógicamente) se situarán al borde de los 900 euros. Se trata de Caldas, Barro, Cerdedo-Cotobade, Vilaboa y Sanxenxo. En este caso, la subida no llegará a los veinte euros al mes en el 2022. Y, en el vagón de cola, los pensionistas de Cuntis, Moraña, Campo Lameiro, Ponte Caldelas, Portas y A Lama, que son los que, de media, tienen las jubilaciones más bajas (entre 695 y 800 euros) y, por tanto, también notarán menos la subida.
¿Cuántos jubilados hay?
En los quince municipios citados del área de Pontevedra hay alrededor de 45.500 pensionistas. A mayores, viven también 3.037 personas que perciben pagas no contributivas, que pueden ser por invalidez o por jubilación, en el caso de ciudadanos que no llegaron a cotizar a la Seguridad Social 15 años. Se prevé que en el 2022 las pagas no contributivas, cuya cuantía se sitúa en 402 euros se incrementen un 3 %, lo que significa 41 euros más al mes.
«Só a suba da luz xa come o que se van incrementar as pensións»
Manuel Alfonsín, de 73 anos e veciño de Pontevedra, e Modesto Soutelo, de 68 anos e de Vilaboa, son dous dos xubilados que integran Modepen, é dicir, o Movemento Galego pola Defensa das Pensións, que estivo e está a pé de rúa para loitar por unhas pagas dignas. Antes de comezar a falar, aclaran que non se manifestan polo que cobran eles. Ambos traballaron en Ence, un deles 43 e o outro 48 anos, e teñen unhas pensións que consideran dignas «porque a nosa base de cotización foi alta, así que é o que nos corresponde». Sen embargo, senten igualmente a obriga de protestar: «Non loitamos por nós. Os que nos doen son os que veñen detrás e a xente que cobra pensións baixísimas, sobre todo aquí en Galicia, que son das máis cativas do Estado». Recoñecen que lles causa estupor que sexan os xubilados os que, practicamente en solitario, berren na rúa polas pensións: «¿Que pasa coa xente moza, non ve o problema que hai coas pensións ou non queren decatarse?».
Son conscientes de que o ano que ven as pensións subirán máis do habitual. Pero sinalan que é un incremento trampulleiro: «¿E o que subiu a vida? Soamente co recibo da luz xa se van eses 15 ou 20 euros que vai subir a pensión. ¿Que pasa co resto das cousas, que son todas moito máis caras, empezando pola comida?». Están enfadados cos sindicatos maioritarios, posto que cren que non defenden ben os intereses dos pensionistas. E tamén están decepcionados con que se abran debates en torno á posibilidade de alongar a vida laboral ate os 75 anos: «¿Ate onde imos ir para? Hai que abrir o mercado de traballo á xente moza, e ese non é o camiño», reflexionan.