Simula ser bróker para iniciar una relación con una pontevedresa para estafarla

Alfredo López Penide
L. Penide PONTEVEDRA / LA VOZ

PONTEVEDRA

CAPOTILLO

El engaño se descubrió cuando la esposa del acusado se puso en contacto con la víctima y le envió una foto de su boda

22 oct 2021 . Actualizado a las 18:04 h.

Se hizo pasar por bróker de las bolsas de Londres y Hong Kong, pero también de la de Barcelona, consciente de que su víctima pasaba por una situación de ruptura con su pareja de hacía catorce años. De este modo, I. S. G. inició una relación sentimental en el 2014 que, poco después, dio pie a una convivencia en la vivienda de la pontevedresa, «si bien de forma discontinua por las constantes ausencias del acusado, que justificaba por razones laborales».

El fiscal añade que para mantener su cobertura utilizó dos empresas que le proporcionaban prefijos de los lugares a los que decía ir. De este modo, podía proporcionar a su pareja un número con el prefijo de dicha ciudad como si fuese el de su oficina -de hecho, si llamaba y no contestaba, salía una locución en chino-.

La realidad, como se supo con posterioridad, es que el encausado estaba casado y no realizaba tales viajes, sino que se quedaba en Melide con su esposa, quien «no consta estuviese enterada de las argucias de su marido».

Desde la Fiscalía de Pontevedra, que solicitan cuatro años de prisión en el juicio fijado para este jueves, sostienen que I. S. G. le hizo creer a la denunciante que se trataba de una relación seria que deseaba formalizar. Con este trasfondo, en enero del 2015, le manifestó «que tenía problemas laborales, por lo que se encontraba muy abatido, ya que le habían bloqueado las cuentas corrientes por ser avalista del negocio de su padre y que por ello no tenía liquidez».

La víctima, convencida de la realidad de estos hechos, corrió con todos los gastos diarios e, incluso, le dio determinadas cantidades de dinero. De igual modo, y siempre la versión del fiscal, la convenció para que pidiese un crédito de 50.000 euros avalado con su nómina y asegurándole que pronto cobraría una suma importante y podría cancelarlo.

Se estima que, de este modo, pudo estafar a la pontevedresa cerca de 22.500 euros, cantidad que ahora se reclama a modo de indemnización.

Sin embargo, la mentira saltó a la luz cuando la verdadera mujer del encausado se puso en contacto con la pontevedresa. Si bien, inicialmente, no la creyó, la incertidumbre se apoderó de ella durante un viaje a Italia, país en el que su supuesto novio «tenía reservado un Porsche y otros vehículos». Sin embargo, y según recoge el escrito de acusación, «como en Italia no vio ningún coche», decidió llamar al teléfono de la esposa del sospechoso, quien le envió una foto de su boda.

Ante la certeza de estar siendo engañada, la pontevedresa pidió al acusado que «le devolviese el dinero, pero, lejos de hacerlo, hizo dos transferencias en concepto de 'pago de decoración' y abandonó el domicilio», concluye el ministerio público.