Una bodega de Barro hará 400 litros de vino con uva ratiño para seguir luchando por esta variedad única en el mundo

María Hermida
María Hermida PONTEVEDRA / LA VOZ

PONTEVEDRA

La variedad de uva ratiño debe su nombre a su pequeño tamaño
La variedad de uva ratiño debe su nombre a su pequeño tamaño Martina Miser

La empresa Moraima confía en que el Ministerio de Agricultura la reconozca pronto y se pueda comercializar

09 oct 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

Cuando uno encuentra una «joyita», aunque se trate de un diamante sin pulir, no puede dejarla escapar. Eso es lo que le pasó a Viña Moraima, una bodega de Barro formada por once socios. Estos productores apostaron hace ya un lustro por una variedad diminuta de uva blanca autóctona, única en el mundo, que crecía en sus viñedos, la ratiño. Y, desde entonces, luchan para que sea registrada por el Ministerio de Agricultura y se pueda comercializar. De momento, se puede usar para autoconsumo o para catas y otros eventos de promoción. Eso es lo que harán, nuevamente, este año. Acaban de terminar la vendimia y recogieron la cantidad de uva ratiño suficiente como para hacer unos 400 litros de este caldo experimental, según cuenta Roberto Rivas, uno de los socios de Moraima. 

Rivas se muestra esperanzado en el hecho de que el Ministerio de Agricultura no tarde demasiado en registrar la variedad y que se pueda comercializar. A la espera de ese paso imprescindible, Moraima volverá a llevar su caldo experimental, al que denomina Mausiño, a todo tipo de catas, donde suele destacar por un sabor rompedor y aromático.

 Preocupación por los tintos

Desde Viña Moraima, donde nada más terminar la vendimia comenzaron ya con las labores de poda, señalaron que, si bien tuvieron suerte con la uva ratiño y el resto de uvas de albariño que sí se pueden comercializar, que alcanzaron una producción similar a la del año pasado, señalaron que la peor parte se la llevaron este año las uvas tintas de caíño. «Houbo que vendimar moi tarde porque non alcanzaran o punto de maduración, non se podían coller antes. E o problema é que ao tardar tanto e chover acaban podrecendo», explica Rivas.

Con la vendimia cerrada, toca seguir adelante con la producción del vino. Si llega la buena noticia de que se puede comercializar ratiño, Moraima está en condiciones de sacar su vino al mercado. Es la bodega más grande que apuesta por la ratiño.