Gulías insta a la Xunta a «reconsiderar a súa negativa a facer a variante de Alba»
PONTEVEDRA
«É unha infraestrutura importantísima e necesaria», sostiene la portavoz del gobierno local
04 sep 2021 . Actualizado a las 05:00 h.Era previsible que el incidente registrado este jueves en la PO-225, vial autonómico en la parroquia de Alba que comunica las carreteras de Vilagarcía y Santiago, tendría repercusión. El enésimo incidente con un camión que destrozó parte de su remolque por exceso de gálibo en el paso bajo las vías del tren volvió a poner de manifiesto la necesidad de contar con un vial alternativo que permita desviar el tráfico pesado. Además, el incidente se produjo apenas 24 horas después de otro desencuentro público entre el alcalde, Miguel Anxo Fernández Lores, y la conselleira de Infraestruturas, Ethel Vázquez, sobre esa alternativa a la PO-225 cuyo proyecto paralizó la Xunta porque existe rechazo vecinal al trazado propuesto.
Ayer la portavoz del gobierno local se refirió al asunto. Anabel Gulías insistió «na necesidade dunha alternativa para desviar o tráfico pesado que circula pola PO-225», y recordó que esa alternativa «ten nome e apelidos»: la variante de Alba, sobre la que Concello y ejecutivo autonómico llevan debatiendo más de quince años.
En este sentido, al igual que hiciera el alcalde el miércoles en presencia de la conselleira, Gulías reiteró que el gobierno local «fixo e seguirá a facer todo o que sexa posible por que se constrúa esa variante de Alba», ya que el Concello considera que es una infraestructura prioritaria. «Importantísima e necesaria», insistió la portavoz municipal, que instó a la Xunta de Galicia a que «reconsidere a súa negativa a impulsar o proxecto».
Al margen de las declaraciones de Ethel Vázquez, el Concello está a la espera todavía de una respuesta oficial a la propuesta elaborada por los técnicos municipales y que fue remitida al presidente de la Xunta y a la Consellería de Infraestruturas el pasado mes de julio.
Dos carriles
Aunque mantiene el mismo trazado que fue elegido por la Xunta, el proyecto del Concello suaviza notablemente el impacto sobre el territorio al diseñar un solo carril de circulación por sentido con aceras de 2,80 metros a ambos lados y arcén de un metro Llevaría cuatro rotondas, dos en las intersecciones con la PO-531 y la N-550 -en O Freixo, en Campañó, y A Cendona, en Lérez- y otras dos a lo largo del propio vial para permitir acceder al viario ya existente, que da servicio a los vecinos. Tendría la velocidad limitada a 30 kilómetros por hora, sería una vía abierta e incluiría alumbrado en todo el trazado.
El plan que maneja el Concello de Pontevedra prevé un coste de ejecución de 5,8 millones de euros, frente a los 9,3 del que presentó y luego aparcó la Xunta. El elemento que más encarece el proyecto es el viaducto de más de 260 metros que hay que construir para salvar tanto el trazado ferroviario como la AP-9 y el río Gándara. Este viaducto aparece en los dos proyectos, si bien en el del Concello, al ser de solo dos carriles, se reduce a la mitad su impacto .
Gulías reiteró la disposición del Concello a Pontevedra a colaborar para «facer realidade esta infraestrutura». Desde el Concello de Pontevedra se cuestiona que la Xunta ponga como excusa esa discrepancia e parte e los vecinos, ya que se considera que el consenso al 100 % no se da en ningún caso cuando se trata de infraestructuras que conllevan expropiaciones. Y se añade en cualquier caso que la variante de Alba no afectaría a ninguna vivienda.