Dieciséis años del accidente del Cougar en Afganistán: «No olvidaremos vuestro sacrificio»

Alfredo López Penide
López Penide PONTEVEDRA / LA VOZ

PONTEVEDRA

Simón Balvís

La vuelta al poder de los talibán coincide con un nuevo aniversario del accidente que le costó la vida a doce militares de la Brilat de Pontevedra y otros cinco de la base sevillana de El Copero

17 ago 2021 . Actualizado a las 20:39 h.

«Tanto trabajo para qué. Tantas muertes para qué. ¿Para dejar ahora las puertas abiertas de par en par? No lo entiendo. No olvidaremos vuestro sacrificio y el de vuestras familias, pero no puedo más que pensar para qué ha servido. ¿Ahora, de golpe y porrazo, abandonamos Afganistán? Que alguien me lo explique». La caótica situación que se vive en Afganistán ha coincidido con la más dramática efemérides de la historia de la Brilat: la del accidente un helicóptero Cougar en el que murieron doce militares de la brigada pontevedresa y otros cinco de la base aérea de El Copero. Es por eso que las redes sociales se han llenado de mensajes en los que las palabras de recuerdo a estos soldados y a sus familias se solapan con los de aquellos que no entienden cómo se ha podido llegar a la situación actual o los que sienten que su sacrificio ha sido del todo inútil.

López Penide

La de Afganistán ha sido la misión internacional de la Brilat que más bajas ha causado. Desde que en 1995 esta unidad comenzó este tipo de despliegues, dieciséis de sus militares han perdido la vida, quince de ellos en este país tomado por los talibanes. El suceso más grave se produjo el 16 de agosto del 2005 cuando, según el Ministerio de Defensa, dos helicópteros Cougar «estaban realizando un vuelo de reconocimiento a baja altura sobre territorio afgano».

MINISTERIO DE DEFENSA

Cuando se encontraban a unos veinte kilómetros al sur de Herat, «en un momento de dicho vuelo, el aparato que iba en cabeza de la formación colisionó con el terreno, lo que provocó que acabara estrellándose», añadieron al respecto. Como consecuencia de este siniestro murieron los cinco tripulantes de la aeronave, todos ellos de la base de El Copero, en el municipio sevillano de Dos Hermanas — el capitán David Guitar, el brigada Juan Morales, el sargento Alfredo Francisco y los soldados Pedro Fajardo y José Manuel Moreno— y doce militares de la Brilat —el teniente Javier González, el sargento José González, el cabo Daniel Abreu, el soldado de primera José Ángel Martínez y los soldados Isaac Calvo, Diego González, Diego Prado, Iván Vázquez, Pedro Manuel Sanmartín, Pablo Iglesias, Jesús Casal y Gonzalo Casalderrey—. Previamente, este despliegue ya se había cobrado la vida en un atentado talibán de la soldado Idoia Rodríguez, mientras que en noviembre del 2008 un terrorista suicida colisionó una furgoneta cargada de explosivos contra el blindado en el que se desplazaban el cabo vigués Rubén Alonso Ríos, de 30 años, y el brigada asturiano Juan Andrés Suárez García, de 41. Resultaron heridos de distinta consideración, por su parte, otros cuatro militares: el capitán Enrique José Dopico Rodríguez, de 34 años y natural de Betanzos; el sargento primero Gonzalo Miguélez Diéguez, de 40, de Agolada; el cabo Alberto Cao Pérez, de 29, natural de Ponferrada; y el cabo primero José Antonio Cures García, de 27, de la localidad francesa de Lyon. Por su parte, en Irak, falleció el sargento Luis Puga.

                                                          Portada del 17 de miércoles del 2005
Portada del 17 de miércoles del 2005

Placa de homenaje

En la placa que recuerda el accidente se puede leer «que la sangre española que riega esta tierra haga germinar la semilla de la paz para el pueblo afgano». Dieciséis años después de aquel accidente este anhelo parece más lejos que entonces, tal y como apuntaron antiguos militares de la Brilat. «Entonces muchos fuimos ilusionados, nos creímos lo de llevar la paz, pero era todo mentira».

«Como primer oficial español en poner el pie en el aeropuerto de Kabul a principios del 2002, mi recuerdo a los soldados españoles muertos en el conflicto», escribió a través de su perfil de Twitter el teniente general del Ejército del Aire en la reserva, Manuel Mestre Barea, coincidiendo con el aniversario del accidente del Cougar. El hoy diputado nacional de Vox por Alicante añadió que «vuestro sacrificio, servicio y entrega a la causa de la paz siempre tendrá sentido y será recordado con orgullo».

STRINGER

Lo cierto es que, frente a la versión oficial que señalaba a un accidente, familiares y allegados de los fallecidos siempre han mantenido sus dudas al respecto e inciden en que es necesario una investigación profunda que esclarezca algunas incertidumbres. Según trascendió en su día, siete años después de ocurrir este suceso, en el 2012, la justicia militar consiguió localizar a los únicos testigos directos de lo ocurrido, aparentemente, los mismos que fueron interrogados por los agentes del CNI el mismo día del accidente. Por videoconferencia, los cuatro jóvenes afganos insistieron en lo mismo, esto es, que no se produjo ningún disparo ni detonación que pudiera avalar la tesis del ataque.

Al parecer, por entonces, añadieron que esta zona era «tranquila desde que fueron derrocados los talibanes». Hoy vuelve a estar en sus manos.