Atascos que no cesan: desde Pontevedra llegas antes a la Torre de Hércules que a Portonovo

n. d. amil PONTEVEDRA / LA VOZ

PONTEVEDRA

ADRIÁN BAÚLDE

El puente de agosto deja colas interminables en las carreteras de la costa

17 ago 2021 . Actualizado a las 13:48 h.

Que el verano trae atascos en las zonas costeras a nadie se le escapa, pero que desde Pontevedra a Portonovo se triplique el tiempo del trayecto ya es otro cantar. Este día de San Roque, festivo en buena parte de la comunidad, llegar de la capital del Lérez al destino sanxenxino por la carretera de la costa llevaba tanto tiempo como hacerlo hasta A Coruña. Si a las once de la mañana hubiesen partidos dos coches al mismo tiempo con estos destinos en su GPS, llegaría primero a la Torre de Hércules que a la playa de Montalvo.

El primer cuello de botella aparece entrando en Poio, en la avenida de Andurique, donde desemboca una de las rotondas de A Caeira y se intensifica el tráfico. Es la primera vez que se ralentiza hasta detenerse. Y lo hará también por A Seca hasta entrar en Combarro, el segundo gran atasco de esta mañana de verano. A los miles de vehículos que atraviesan este núcleo turístico, se suman los coches aparcados en el arcén y los peatones invadiendo el carril para poder llegar a uno de los destinos más visitados de las Rías Baixas. La caravana se hace casi interminable porque insoportable, ya lo es. En el exterior la temperatura alcanza los 28 grados y poca sombra hay en esta carretera que circula paralela a las playas de la ría de Pontevedra.

Pasado Combarro, el tráfico discurre lento pero pausado por Chancelas, Raxo y Nanín hasta que se llega a la primera rotonda de la calle Progreso, en la entrada de Sanxenxo. Ahí no queda más que armarse de paciencia porque para atravesar el municipio hará falta casi media hora (en invierno bastan dos minutos para atravesar esta artería). Lo peor está por venir. Una vez atravesada esa calle, la carretera de la estación de buses que conduce hasta Portonovo es un infierno sobre ruedas. Llegar al núcleo urbano y coger la carretera de Canelas tendría que hacerse en menos de cinco minutos, pero la feria del lunes convierte aún más en un embudo una zona desbordada en un puente de agosto como los de antes. Son casi las doce del mediodía y todavía faltan 3,5 kilómetros para llegar a Montalvo. Hará falta casi media hora más para atravesar un vial imposible. Hasta Canelas todo es tráfico y mucho calor. Ese kilómetro final es el único que escapa a un atasco continúo desde la rotonda de A Barca, entre Poio y Pontevedra.

Hacer un trayecto que apenas lleva media hora supone en pleno puente de agosto una condena de hora y media. Hubiésemos llegado a la Torre de Hércules.