Kaldarte, una apuesta de 24 años por el arte público urbano y efímero

Cristina Barral Diéguez
cristina barral CALDAS / LA VOZ

PONTEVEDRA

Caldas muestra ocho proyectos sobre la igualdad o el medio ambiente

07 ago 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

Kaldarte, esa apuesta artística contemporánea y efímera no siempre entendida, regresó ayer a Caldas de Reis. Y lo hizo, en su edición número 24, dando color y enviando mensajes a vecinos de la localidad y visitantes. El proyecto de arte público que nació ligado al festival Cultura Quente inauguró formalmente este viernes los ocho proyectos seleccionados este año entre los 68 presentados. Como viene siendo habitual, el recorrido por las propuestas artísticas partió de la Fonte da Burga con el comisario de la muestra, Juanjo Fuentes, y el alcalde de Caldas, Juan Manuel Rey (PSOE), al frente.

Desde la organización se incidió en que Kaldarte es el evento de arte público de carácter urbano más longevo de España y prácticamente de Europa. «Permite a los caldenses -dijo Juanjo Fuentes- abrir una página diferente del libro cada año, accediendo a la evolución de los lenguajes artísticos contemporáneos de manera consecuente».

¿Qué propone este Kaldarte 2021? De entrada, hay que recordar la apuesta de la organización -Concello y Diputación de Pontevedra- por la profesionalización del evento. Este 2021 se retomó la presencia de artistas nacionales e internacionales: «Propuestas que van mucho más allá del mundo del mural, dando paso al uso de soportes publicitarios, acciones de calle, performance, instalación y un largo etcétera de disciplinas». Así se vio en espacios públicos de la villa termal el resultado de unos trabajos que sus autores iniciaron el pasado 2 de agosto.

Estos son los mensajes de los artistas. Anna Borrie, de Nueva Zelanda, planteó en el puente romano una instalación-taller para concienciar a los jóvenes sobre los problemas medioambientales. Para ello, empleó tres plantas autóctonas y en peligro de extinción en Galicia: la santolina de Melide, la magarza de Barazón y la herba de namorar de Merino. El vigués Peri Helio, un artista presente otros años en Kaldarte, planteó un mural en una fachada de 25 metros en la calle Constitución. Echó mano de la simbología que desde la antigüedad tienen los laberintos como camino único y laberinto de caminos múltiples.

El llamado colectivo artístico Decadentes -Elena Ibáñez (Cantabria), Nesi Maneiro (A Estrada) e Irene Lozano (Ourense)- quiso reconectar a la gente con el campo y la naturaleza en la Rúa da Pena. La cántabra Sara Pérez, artista formada como ilustradora, ofrece en el colegio La Encarnación su visión particular sobre diversos aspectos de la idea de igualdad entre hombres y mujeres. Alberto Santos se adentra en la carballeira en una obra de arte urbano total: desde la estructura mural a una interpretación de violonchelo. Su Positive (Sinking) es un barco que se hunde esbozando una sonrisa. Estefanía Alonso, por su parte, de Xinzo de Limia, eligió A Tafona para su Yo sé cuanto te dueles, en una obra volcada sobre el vínculo indisociable entre arte y vida. Se materializó con una pegada de carteles y en formato de valla publicitaria.

En el lavadero de agua caliente Sandra Julve, de Zaragoza, tomó como modelo al concejal Manuel González. La suya fue una coreografía identitaria del agua con la limpieza, individual y colectiva, reivindicando el papel de la mujer en la economía local.

Este año alumnos de 4.º de la ESO del colegio público Alfonso VII también participaron en Kaldarte, coordinados por la docente Liliana Lista. Llevaron al paseo fluvial lo trabajado en las aulas para, dicen, cartografiar la génesis de la construcción de la identidad cultural gallega con acento femenino, desde mediados del siglo XIX hasta la actualidad.