Un taller de grafitis recupera el paisaje del río Gafos de forma colorida y divertida

juan g.e. / S.b. PONTEVEDRA / LA VOZ

PONTEVEDRA

Participantes del taller dibujando las letras del mural en el río Gafo.
Participantes del taller dibujando las letras del mural en el río Gafo. Pablo Fariña

Se trata de una iniciativa de Pointevrán con la colaboración de Vaipolorío

28 jul 2021 . Actualizado a las 13:45 h.

Ponteverán acoge el taller de Grafiti no Gafos, organizado por Vaipolorío y que inició este lunes su actividad en una de las fachadas que da al paseo del Río Gafos. Su intención es restaurar este espacio e integrarlo en el paisaje. La actividad, para jóvenes de entre 12 y 16 años, la imparte el grafitero O’Ras, un veterano que lleva dando clases desde hace 15 años. «Este taller surge de la actividad de Ponteverán del año pasado, que restauramos, recuperamos el mural de abajo de la autopista del gafos, de la entrada del camino de Santiago», contó el grafitero.

Ante la buena acogida que tuvo la edición pasada por parte de los vecinos y del propio Ayuntamiento, la organización decidió repetir con el objetivo de «ir recuperando murales que transitan el río para quitar el cemento y dar un poco de color».

Así, en esta vieja fachada pegada al Gafos, O’Ras y los participantes estarán dibujando hasta el jueves un mural que tiene como protagonista el pasado de la zona. «Esta parte del Gafos se llamaba antes, no hace muchos años, o Menexo», relató el monitor y creador del diseño. Por ello, en este dibujo han decidido pintar con grandes letras el antiguo nombre del lugar. «Las letras las hacen ellos, porque es una zona donde pueden practicar, fallar y arreglar fácilmente», explicó O’Ras destacando que, aunque hay guías, los jóvenes tienen libertad para dibujar ya que «así es el grafiti».

Fotos antiguas

Además, el mural contará con otros elementos más complejos. «En las esquinas voy a hacer yo unas fotos antiguas de como estaba antes», relató el grafitero, que también incluirá vegetación para una mejor integración en el espacio verde.

«Lo que se hace es minimizar el número de alumnos», contó el monitor respecto a las restricciones por la pandemia, si bien al tratarse de una actividad que siempre ha necesitado mascarillas y guantes, apenas han cambiado los hábitos. También han tenido en cuenta la salud de los participantes en relación al material. «Están usando botes que contaminan menos el medio ambiente y no son dañinos para sus pulmones», explicó el grafitero calidad.

Iniciativas como esta, que restauran el paisaje y recuperan zonas descuidadas, es algo que O’Ras tiene especial interés en relacionar con el trabajo de los grafiteros. «No se nos ha tenido en cuenta nunca, pero es a lo que nos dedicamos» afirma de forma rotunda. «Nosotros pintamos sitios abandonados, no solo hacemos el gañán en los trenes como cree la gente. Entonces recuperamos estas fachadas, que da colorido, alegra. A todo el mundo le gusta el color».