Una ladrona tendrá que asistir en Pontevedra a un curso de formación cultural

Alfredo López Penide
López Penide PONTEVEDRA / LA VOZ

PONTEVEDRA

Equipamiento policial para la toma de huellas dactilares
Equipamiento policial para la toma de huellas dactilares PRADERO

La mujer fue absuelta de un delito de hurto pero queda «sometida a la medida de libertad vigilada consistente en la asistencia a un curso de formación cultural por un tiempo máximo de un año»

16 jul 2021 . Actualizado a las 11:13 h.

La prueba pericial dactiloscópica acreditó que las huellas halladas en un coche propiedad de la Xunta y que se correspondían con los dedos y la palma de la mano pertenecían a una pontevedresa. De este modo, la Policía Nacional esclareció el hurto ocurrido el 24 de abril del 2018 en el interior de este vehículo estacionado en la avenida de Montecelo.

Sin embargo, al término de la celebración de la vista oral en el juzgado de lo Penal, esta mujer fue absuelta de un delito de hurto «por concurrir la eximente de alteración psíquica», si bien se decretó que quedaría «sometida a la medida de libertad vigilada consistente en la asistencia a un curso de formación cultural por un tiempo máximo de un año». Esta medida acaba de ser ratificada por la Audiencia de Pontevedra.

De este modo, se considera acreditado que, «actuando con el ánimo de enriquecerse a costa de lo ajeno», bajó la ventanilla de la puerta delantera derecha del coche, se introdujo en el interior y se apoderó de un ordenador, una cámara fotográfica, una linterna, una mochila de cuero, una memoria USB, dos libros de legislación forestal, quince pilas recargables y una flauta de madera, así como de una emisora de banda aérea, un GPS y una batería de emisoras de tierra.

Sin embargo, la pontevedresa no pudo evitar que sus huellas quedaran plasmadas «en la parte interior y exterior del cristal de la ventana del vehículo». A este respecto, la Audiencia es clara al sostener que «es notorio que la prueba dactiloscópica ofrece un grado de certeza indudable, dado que los dibujos de las crestas papilares son perennes, inmutables y absolutamente diferentes en todos los sujetos de la especie humana», por lo que «son indicios claro de la intervención de la recurrente en la sustracción».