Juicio contra un sacerdote acusado de abusos: «No denunciaron antes por miedo a que no les creyeran»

Alfredo López Penide
López Penide PONTEVEDRA / LA VOZ

PONTEVEDRA

El acusado, en el centro de la imagen, accediendo a la Audiencia de Pontevedra en el 2021
El acusado, en el centro de la imagen, accediendo a la Audiencia de Pontevedra en el 2021 POOL / GONZALO GARCÍA

«La actuación del colegio ha sido totalmente negligente», sostuvo la abogada de tres de los menores

07 jul 2021 . Actualizado a las 20:32 h.

Este miércoles, la Audiencia de Pontevedra, acogió a puerta cerrada la comparecencia de las tres víctimas que faltaban por declarar en la causa abierta contra un sacerdote del colegio Salesianos de Vigo y al que le acusan de doce delitos de abusos sexuales de los que habrían sido víctimas seis menores. Además, en sala se pudo escuchar el testimonio de personas que, de alguna manera, fueron testigos de distintos hechos que tuvieron lugar durante el campamento de verano que, organizado por el centro educativo en Cambados a través de una asociación, estaba dirigido por Segundo C. V.

«Los menores estuvieron contundentes», sostuvo Francisco Javier Lago Calvo, al tiempo que destacó que no incurrieron en contracciones. Este abogado ejerce la acusación popular en nombre de la Fundación Amigos de Galicia, reiteró que el acusado «tenía una gran ascendencia sobre los menores. Para ellos resultaba increíble lo que les estaba pasando», añadió.

De este modo, el letrado ha venido sosteniendo que «el acusado, sirviéndose de la confianza que tenían los menores con él y aprovechando la situación de superioridad que ostentaba por razón de su profesión y cargo, durante los meses de abril y julio de 2019, con el propósito de satisfacer su ánimo lúbrico y de atacar la indemnidad sexual de los menores que tenía a su cargo, llevó a cabo diversos comportamientos lascivos consistentes en tocamientos en diversas partes del cuerpo, sobre seis personas, todas ellas menores de 16 años en el momento de los hechos, y en pleno desarrollo de su sexualidad»

Por su parte, Aida Blanco, abogada de tres de los menores, mantiene que, en declaraciones recogidas por la agencia Europa Press, «la actuación del colegio ha sido totalmente negligente». Subrayó la «valentía» de estos jóvenes al denunciar estos hechos «para que no sigan pasando», pues «es sabido por todos los que nos dedicamos a esto que una persona así, por desgracia, no se para. Es decir, podría haber habido otras víctimas».

Nuevos testimonios

En cuanto a los testigos que comparecieron en la vista oral, una joven recordó cómo animó a sus amigos a que dieran el paso y contaran lo que estaban padeciendo. «No denunciaron antes por miedo a que no les creyeran», sostuvo, al tiempo que rememoró que les llegó a advertir de que o lo contaban ellos o «lo decimos nosotras».

El infierno por el que pasaron los seis adolescentes queda reflejado en el hecho de que, tal y como se relató en el juicio que se está celebrando en Pontevedra y que se espera que termine este jueves, durante el campamento en Cambados juntaron todas las literas y se acostaron «con las almohadas entre las piernas».