Un acusado de violar a su expareja en Pontevedra acude a juicio tras ingerir siete pastillas

Alfredo López Penide
López Penide PONTEVEDRA / LA VOZ

PONTEVEDRA

POOL / GUSTAVO SANTOS

«Yo no hice nada», aseguró el sospechoso en la Audiencia

23 jun 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

Este martes, la Audiencia de Pontevedra se vio obligada a suspender durante media hora el juicio que sentaba en el banquillo a un vecino de la ciudad del Lérez acusado de maltratar y violar a su expareja. La decisión se produjo después de que este hubiera comparecido afectado por siete pastillas que aseguró haber ingerido. El estado en el que se encontraba motivó que la presidenta del tribunal le preguntase si era consciente de que se le estaba juzgando. «Yo no hice nada», fue su lacónica respuesta, a lo que su abogado apostilló que se había tomado los citados comprimidos.

Ante el devenir de la situación, se optó por suspender la vista durante treinta minutos para dar tiempo a los forenses a examinar al pontevedrés y, de esta manera, determinar si estaba en condiciones de ser juzgado. Los expertos determinaron que era consciente de lo que estaba ocurriendo a su alrededor, así como de las consecuencias a las que se exponía. «Tiene un recuerdo de los hechos (…). Responde con claridad y con prudencia», añadieron.

Retomado el juicio, el acusado, según recoge la agencia Europa Press, optó por responder únicamente a las preguntas de su abogado, quien, por otra parte, solo le planteó una cuestión: la de si su negativa a responder a las partes era porque se había tomado la medicación. Su respuesta fue afirmativa. Instantes después prestó declaración la víctima a puerta cerrada.

Penas solicitadas

El fiscal solicita inicialmente ocho meses de prisión por un delito de malos tratos sobre la mujer, otros ocho meses por un delito de amenazas leves y ocho años de cárcel por agresión sexual. En su escrito de acusación, relata que ambos mantuvieron una relación sentimental durante aproximadamente un año y dos meses, período en el que llegaron a convivir unos ocho meses. Fue la pontevedresa la que el 27 de abril del 2019 finalizó la relación, sin que su hasta entonces pareja «aceptase la ruptura, acudiendo en los días posteriores a su domicilio con intención de retomar la relación».

Semanas después, el pontevedrés, supuestamente, siguió a la joven hasta su domicilio, donde la habría agredido sexualmente, según recoge el escrito del ministerio público.