Solicitan nueve años para un pontevedrés que maltrató, amenazó y violó a su pareja

Alfredo López Penide
López Penide PONTEVEDRA / LA VOZ

PONTEVEDRA

El fiscal sostiene que el acusado, que estuvo ya casi un año en prisión provisional, no aceptó la ruptura de la relación

19 jun 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

Ocho meses de prisión por un delito de malos tratos sobre la mujer, otros ocho meses por un delito de amenazas leves y ocho años de cárcel por agresión sexual son las penas que el fiscal solicitará este martes en la Audiencia de Pontevedra a un acusado de agredir y violar a su pareja. Además, el ministerio público insta al tribunal a que se le impongan otros ocho años de libertad vigilada y que se le prohíba acercarse y comunicarse con la víctima durante siete años.

En su escrito de acusación, el ministerio público relata que acusado y víctima mantuvieron una relación sentimental durante aproximadamente un año y dos meses, período en el que llegaron a convivir durante unos ocho meses. Fue la pontevedresa la que el 27 de abril del 2019 finalizó la relación, sin que su hasta entonces pareja «aceptase la ruptura, acudiendo en los días posteriores a su domicilio con intención de retomar la relación».

Apenas unos días más tarde, como consecuencia de una agresión sexual, interpuso la denuncia que sacó a la luz el calvario que había vivido durante meses. De este modo, el fiscal narra como, a primera hora de la mañana del 2 de septiembre del 2018, el acusado comenzó una discusión con la joven cuando circulaban en coche. En un momento dado, detuvo el vehículo en el centro de Pontevedra y, «con la intención de menoscabar su integridad física, le propinó dos bofetones en la cara, sin que se produjesen lesiones».

De igual modo, refiere que durante la relación sentimental, el procesado le manifestó a su por entonces pareja que le iba a prender fuego a la casa con gasolina y con los hijos de esta dentro, «causando en ella un gran temor y desasosiego», añade al respecto.

El hecho más grave, no obstante, se habría producido ya finalizada la relación. El fiscal sostiene que la mañana del 17 de mayo del 2019, tras observar a la víctima circulando por Pontevedra, la siguió hasta su domicilio. Una vez allí, la denunciante se negó a abrirle la puerta de la casa, por lo que este «rompió el cristal», hecho que determinó que la pontevedresa accediese a dejarle pasar al interior del domicilio.

Una vez dentro, «el procesado le propuso mantener relaciones sexuales», a lo que la joven se negó. Fue entonces cuando, siempre según la versión del fiscal, con ánimo de satisfacer sus deseos sexuales, la agarró de las muñecas, la llevó hasta la habitación, la sentó sobre la cama y, tras un forcejeo, la echó sobre el colchón donde la desnudó y presumiblemente la agredió sexualmente, pese a su negativa y oposición física.

Consumada la violación, el acusado se dirigió a la víctima advirtiéndola de que no pensara en denunciarlo «que si no lo iba a pasar mal». La joven tuvo que fingir que todo estaba bien para que su agresor se marchara, lo que hizo horas después.

Pese a la amenaza, ese mismo día interpuso la denuncia y, apenas cuarenta y ocho horas más tarde, un juzgado del edificio judicial de A Parda acordaba la prisión provisional comunicada y sin fianza del acusado, al tiempo que se establecía una orden de alejamiento con respecto de la víctima y de sus hijos menores de edad. Esta última medida se amplió cuando, en febrero del año pasado, la Audiencia decretó la puesta en libertad provisional del sospechoso.