Seis detenidos y un laboratorio desmantelado en un nuevo operativo antidroga en Pontevedra

Alfredo López Penide
López Penide PONTEVEDRA / LA VOZ

PONTEVEDRA

Ramón Leiro

Se intervinieron 110 kilos de cogollos de marihuana, kilo y medio de heroína, una cantidad similar de cocaína, cerca de un kilo de crack, dos kilos de hachís, cincuenta litros de licor de marihuana y 35 kilos de sustancia de corte.

07 jun 2021 . Actualizado a las 22:15 h.

En los últimos días, el Grupo II de la Udyco de la Comisaría de Pontevedra asestó un nuevo golpe policial a las mafias del narcotráfico con el arresto de seis personas en la provincia, todos ellas de nacionalidad española, excepto una que es oriunda de Hungría, la mayoría con antecedentes policiales, y el desmantelamiento de un laboratorio de preparación de estupefacientes habilitado en una casa de Mosteiro, en el municipio pontevedrés de Meis.

La subdelegada del Gobierno en Pontevedra, Maica Larriba, añadió que se trata de «una organización encargada de la introducción, cultivo, preparación y, posterior, distribución de importantes cantidades de droga en toda Galicia». La importancia de la operación Aceifa se puede observar en el hecho de que, además de los seis arrestos, se intervinieron 110 kilos de cogollos de marihuana, kilo y medio de heroína, una cantidad similar de cocaína, cerca de un kilo de crack, dos kilos de hachís, cincuenta litros de licor de marihuana y 35 kilos de sustancia de corte.

Larriba expresó que resulta especialmente relevante el hallazgo del crack, toda vez que es una sustancia «adictiva y muy peligrosa para la salud». Se trata de un derivado de la cocaína «muy poco frecuente en Galicia».

Además, los agentes decomisaron distinta documentación, una prensa hidráulica, una mezcladora industrial, secadoras, balanzas de precisión, vehículos, teléfonos móviles y dinero en efectivo.

Por su parte, el máximo responsable del operativo que se desarrolló el pasado 4 de junio, el inspector Abreu, precisó que dos de los sospechosos ingresaron en prisión provisional por orden del juez instructor de Cambados. Añadió que se tiene «constancia de que esta organización tiene plantaciones o las tuvo porque son cogollos ya secos preparados para la venta», de tal modo que el modus operandi es que alquilen «naves industriales para los cultivos y, posteriormente, cuando están los cogollos, las dejan».

De igual modo, el inspector Abreu estimó que el desmantelamiento de este laboratorio tiene mucha importancia porque «hay todo tipo de drogas. Creo que quedan muy pocas drogas que no estén ahí». Asimismo, destacó el poder económico de los sospechosos porque cada kilo de cogollos se vende a 1.500 euros, pero es que el kilo de cocaína oscila entre los 30.000 y 35.000 euros, si bien podría sacársele más rentabilidad al menudeo. En cuanto a la heroína, «es un poco más barata porque son capaces de sacar más corte que con la cocaína», lo que, por el contrario, implica una mayor rentabilidad.