El equipo de Asobal todavía tiene una última jornada la próxima semana en casa
22 may 2021 . Actualizado a las 05:00 h.El Cisne viaja por última vez con su camiseta de Asobal, es el último desplazamiento para visitar a casi un hermano de aventuras y desventuras. A las 17 horas visitan la pista del Villa de Aranda, un equipo también descendido, que tendrá la última oportunidad de dar una alegría a su afición peleando en la élite del balonmano nacional. «Llevamos vidas paralelas en los últimos años, con situaciones clasificatorias parecidas y en consecuencia, con partidos muy ajustados», apunta el segundo entrenador del Cisne, Marcos, Quiños, Otero. En el partido de ida fueron capaces de llevarse los puntos por un gol en los últimos segundos y ahora esperan un encuentro con el mismo nivel de exigencia. Aunque ambos están desahuciados, la victoria es obligatoria para cerrar a domicilio una temporada agridulce.
«Querrán despedirse bien, es siempre un equipo agerrido que defiende muy bien, con Luis de Vega en portería y que aprovecha todas las situaciones. En ataque destaca Nico López y Mateus, que tiene una enorme capacidad en el uno contra uno», apunta Quiños, que de este desplazamiento a Burgos espera «disfrutar de nuestro último viaje en esta categoría y sacar el mejor resultado posible».
A los de Jabato les queda todavía una jornada más en casa para despedirse de su afición y jugar el último partido como equipo de Asobal.