Lagunar tiene claro que detrás de toda esta situación se encuentra «un fuerte lobby de presión, con una gran influencia tanto en instituciones públicas, como privadas» con el objetivo de que «desaparezcamos del mercado porque lo último que les interesa es la seguridad vial». El director general de Rivekids subraya que su dispositivo no está homologado, pero sí certificado: «Los únicos elementos que pueden estar homologados en un vehículo son los propios componentes del coche y las sillas. El resto de accesorios o dispositivos están englobados dentro de los productos llamados aftermarket, como espejos, aproximadores de arnés, soportes para tablets, GPS o teléfonos, cortinillas no integradas en el vehículo, cuñas para SRI, spacer para SRI, limitadores de impacto lateral para SRI....».
En todo caso, deja claro que es «posible su comercialización sin requisitos adicionales», de tal modo que Rivekids decidió «certificar voluntariamente el dispositivo por una entidad independiente de certificación (CSI S.p.A.)». Esto se llevó a cabo «mediante ensayos específicos necesarios para la homologación de cualquier SRI conforme a los 2 Reglamentos que estaban en vigor, la ECE R44/04 y la ECE R129».