La Diputación de Pontevedra pide que se bonifique a los vecinos que separen los residuos

Alfredo López Penide
López Penide PONTEVEDRA / LA VOZ

PONTEVEDRA

DIPUTACIÓN DE PONTEVEDRA

El Plan Revitaliza muda hacia una nueva normativa «non voluntarista»

25 mar 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

Este viernes, el pleno de la Diputación de Pontevedra, previsiblemente, aprobará una modificación de la Ordenanza de Residuos provincial que, entre otras consecuencias, determinará entrar en una nueva etapa que el vicepresidente César Mosquera definió como «non voluntarista». De este modo, son tres los pilares sobre los que se asienta esta reforma: la separación en origen con la recogida diferenciada de todas las fracciones de basura; el establecimiento de bonificaciones en los recibos de particulares y empresas que cumplan con la ordenanza, y la graduación de «as taxas das actividades económicas en función do volume de residuos que xeran e da súa capacidade económica».

Es por ello que desde la Administración provincial instan a los concellos adheridos al Plan Revitaliza a dar un «salto adiante» para, de este modo, cumplir con la normativa europea, estatal y gallega, como con el compromiso de cuidar el medio ambiente.

Mosquera precisó que esta nueva etapa «vén dada pola apertura dun novo marco de actuación, xa que se adquiriron novos coñecementos, e por cuestións legais». A este respecto, aludió a que el 2020 era la fecha limite para reutilizar el 50 % de los residuos municipales. Y, sin embargo, la experiencia ha puesto de manifiesto que «só algúns concellos Revitaliza achegáronse ás esixencias da UE».

En este punto, advirtió de que, «a partir de agora van empezar a vir sanción e temos que actuar».

El vicepresidente de la Diputación de Pontevedra, asimismo, desglosó cada uno de los tres pilares, de tal modo que, con respecto al primero, fue contundente a la hora de dejar claro que la separación en origen de los residuos «deberá ser universal». Esto conllevará que los concellos adheridos al Plan Revitaliza «e queiran avanzar» estarán obligados a aprobar una ordenanza municipal propia para separar todas las fracciones -papel, vidrio, envases, biorresiduos, pilas, aceites, residuos peligrosos, ropa…- en origen para después entregarlos en un punto de depósito.

César Mosquera, al mismo tiempo, se refirió al establecimiento de bonificaciones, rebajas, incentivos o primas en las tasas municipales como segundo pilar del nuevo marco normativo. Reseñó que los Ayuntamientos deben beneficiar con este tipo de medidas a aquellas vecinos, familias o empresas que actúen conforme a lo establecido por la ordenanza. En definitiva, deberá habilitarse un sistema bonus-malus para quien lo haga bien y, en paralelo, «cobrar o que custa o servizo realmente a quen o faga mal. Ata o de agora, todo fíxose de maneira voluntaria, sen repercutir o custe a quen non siga as normas. O sistema bonus-malus está contemplado e recomendado na lexislación vixente».

Y en tercer lugar, los distintos concellos tendrán que tener en cuenta a la hora de establecer las tasas para todas las actividades económicas no domiciliarias -empresas, negocios, entidades, centros educativos- su capacidad económica (ingresos), pero también el volumen de residuos que generen, eso sí, «diferenciando gradacións ou escalas». Según reconoció Mosqueta, en todos los ayuntamientos «cóbraselle igual a un negocio traballe moito ou traballe pouco, xere moitos residuos ou xere poucos, o que é profundamente inxusto».

A la hora de que los ayuntamientos puedan cumplir con estos requisitos, la Diputación tendió su mano a colaborar con ellos poniendo a su disposición ordenanzas tipo, así como exigirá que asuman estos tres pilares a aquellos que «queiran axudas económicas da Deputación, coñecemento ou outro tipo de recursos».,